Si seguimos el viejo patrón de las cocinas de los 90, todas se limitan a lo mismo: muebles oscuros encajonados en la pared, con un ribete que destaca por encima de la encimera en un conjunto de azulejos de color blanco, grifería en tonos plateados y una decoración básica de cerámica en cuanto a utensilios culinarios se refiere.
Sin embargo, el tiempo pasa y los gustos también. Y lo que hace unos años nos parecía toda una modernidad, ahora nos parece un lugar digno de culto ancestral. No obstante, las reformas en casa es algo que nos hecha bastante para atrás por el hecho de desmantelar todo, el trabajo de las obras y el coste monetario de todo su conjunto.
Pero la creadora de contenido Helena García, nos ha desvelado en un vídeo de YouTube la reforma low cost de toda su cocina. Y lo más importante: lo ha hecho sin obras y con sus propias manos. El resultado es este gran cambio, con una presencia mucho más limpia, clara y luminosa, espacios de almacenamiento y mucha funcionalidad.
La reforma low cost de esta cocina noventera
Vía | Helena García
Lo primero, desmantelar todo. Si queremos hacer una buena reforma, no podemos tener la encimera llena de cosas, los cajones desordenados ni cosas tiradas por el suelo. Por eso, lo primero es desmantelar todas las superficies y dejar un espacio liberado para poder trabajar. Una vez lo tenemos listo, empezamos a pintar.
Vía | Helena García
El techo, lijamos los muebles y aplicamos la primera capa de imprimación. Con todas las puertas y frontales de los cajones quitados, se comienza a lijar los muebles para que adhieran bien la pintura. En este caso, se ha utilizado una pintura barnizada de color blanco, que le da mucha más luminosidad frente al color marrón de los muebles anteriores.
Vía | Helena García
Para las juntas de la cocina, ni productos blanqueantes ni soluciones milagro: una lata de esmalte en color blanco, y las volvemos a pintar con un pincel, ¡se quedan como nuevas!
Cuando tenemos todos los muebles pintados, secos y de nuevo montados en su superficie original, cambiamos los tiradores por unos nuevos y ya tendríamos el primer y más importante paso hecho. Una vez aquí, continúa con el siguiente paso: el suelo.
Vía | Helena García
Se limpia bien toda la superficie para eliminar la posible acumulación de grasa y se pinta de un color gris mate, al igual que las cenefas de las baldosas, que se ha pintado con una base en color gris y una plantilla gráfica en tonos más oscuros. Para el suelo, se han utilizado losetas vinílicas tipo andaluz que combinan muy bien con los nuevos tonos de la cocina. Últimos retoques decorativos y... ¡cocina nueva a la vista!
Imágenes | Vía Helena García
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