Apuesto a que ya os habéis dado cuenta de que los fregaderos se manchan rápidamente y de que en ellos las marcas de cal son muy difíciles de eliminar. Pero hay un práctico truco basado en el uso de un ingrediente casero que combate eficazmente esas desagradables manchas y garantiza el brillo del acero durante mucho tiempo.
El acero cromado en la cocina por un lado le da un aspecto profesional y atemporal, pero mantenerlo impecable y libre de manchas supone bastante esfuerzo. Especialmente el fregadero envejece rápidamente si no se limpia a diario, ya que se mancha simplemente de enjuagarlo con agua.
El truco al que hoy hacemos referencia, consiste en frotar el fregadero con aceite. Sí, puede ser aceite de bebé, de maíz, de girasol, de oliva (si tenéis un presupuesto suficientemente elevado...) o cualquier otro que tengamos a mano o en la despensa.
Así es como funciona el truco del aceite
En primer lugar hay que limpiar bien el lavabo de acero inoxidable con un producto de limpieza convencional o con vinagre blanco de limpieza y bicarbonato de sodio, después enjuagamos el lavabo y los secamos bien.
A continuación añadimos un chorrito o dos de aceite al fregadero, frotamos y pulimos todo con un paño de microfibra seco. De ese modo las manchas de agua desaparecerán inmediatamente. ¿Lo habéis probado?
Fotos | fede13 en Pixabay y margenauer en Pixabay
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