La pequeña cocina londinense del restaurador Phil Shakespeare estaba anclada en los 60. Muebles de railite en color aguacate, encimeras falsas de marmol y unas cerámicas de jaspeados imposibles hacían de esta cocina un viaje al pasado en plena regla.
Afortunadamente, los gustos de Phil no coincidían con el del anterior dueño y ha transformado esta cocina en un rincón chic con mucho más encanto, aprovechando también para mejorar la distribución y el aprovechamiento del escaso espacio del que se disponía.

Los cambios, como se puede ver en las imágenes, son muchos, pues se trata de una reforma integral. Los muebles ahora son blancos y negros, lo que contrasta con la encimera oscura de madera y el fregadero también en blanco. El acero del frigorífico combina con el de los tiradores y el grifo, creando un conjunto muy armonioso en cuanto a colores y materiales.
El suelo es un damero en blanco y negro girado 45 grados, mientras que el frente de la cocina son unos azulejos blancos con la junta en negro. La ventana de la cocina se ha pintado también de negro, dejando claro que nada se ha dejado al azar.

Me gusta especialmente que Phil decidiera no llevar los armarios altos hasta el final de la pared, sustituyéndolos por unas estanterías de madera más ligeras visualmente. A aumentar esta ligereza visual ayuda también que los armarios altos sean vidrieras y no con puertas opacas y que en el lado de la cocina se haya evitado colocar armarios altos.
Supongo que no se os habrá escapado el hecho de que para hacer que esta pequeña cocina londinense abandonara los 60, el restaurador de muebles y objetos antiguos Phil Shakespeare ha recurrido básicamente a Ikea, aunque hay detalles interesantes como la lámpara, que es un viejo ampliador fotográfico convertido en lámpara.
Vía | Design Sponge En Decoesfera | Antes y después: un poco de pintura y ¡cocina nueva!
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8 comentarios
juanbcn
Excelente cambio, hace poco hicimos una obra similar. PRECIOSA!
Morthylla
Me causa mucha risa que los azulejos rectangulares blancos con bordes negros estén de moda y se consideren un reemplazo moderno a otros azulejos... Son la decoración del baño de mi abuela, así que no puedo sino verlos como algo aún más antiguo que unos azulejos de los 60 XD
McGrego
Vaya cambio!!! Me gusta mucho!
lectora-
No entiendo demasiado la moda de tener colgados de la pared los cazos y sartenes, se tienen que llenar de polvo y no me parece higiénico. Tampoco veo bien los libros en una estantería de la cocina, deben ser sólo para decorar, pero lo mismo, llenos de pringue en cuanto haga más de un huevo frito. El resto, el suelo me parece mareante.
lemaslol
Ante todo enhorabuena por la entrada, pero en mi opinión, el conjunto es un absoluto despropósito, un eclecticismo mal llevado, donde se ha priorizado la diferenciación por encima de la funcionalidad, y sobre todo, del más elemental gusto estético. Los muebles negros y ese suelo bicolor anacrónico restan sensación de amplitud, agobian, son cargantes. Poner el suelo del salón por bancada también es otro buen acierto, pura practicidad, cuando tenga que acuchillar la encimera, podrá hacerlo con el jamonero.
Los tiradores combinan con el frigorífico, y el frigorífico combina con el cielo inglés, armonía y genialidad se funden en un toque chovinista.
Y rematamos con los azulejos blancos y su correspondiente lechada negra, donde retomamos esa coherencia plástica expuesta en elementos anteriores, que sigue aportando a la estancia una aire renovado, y falto de estridencias innecesarias.
En resumen, la cocina ideal para cualquier buen hipster que se precie, ¿quién dijo vulgaridad?
villadeleiva
Cada día son mas los ejemplos de decoración en donde se entra a jugar con espacios antiguos y su modernización. Hay que aprovechar dichos espacios tan privilegiados de los que no gozan las construcciones modernas.