El estudio Jackson Scott, con sede en Sydney, ha sido el encargado de construir este escondite encantador y minimalista ubicado en unos exuberantes jardines de Nueva Gales del Sur llamada OCM House. El diseño de esta casa familiar sin pretensiones es parte de un enfoque ecológico para reducir residuos, algo que todos tenemos en mente en la actualidad.
Diseñada y realizada en una lógica de desarrollo sostenible con un presupuesto limitado, esta vivienda de 97 metros cuadrados se puede considerar una verdadera hazaña arquitectónica. Con un plan simple y rectangular, el edificio tiene una fachada geométrica negra y una terraza cubierta con suelos de madera cálida. El edificio está equipado con una envoltura de paneles de fibrocemento y montantes verticales de madera que ocultan sus juntas y crean líneas decorativas exteriores.
En el interior, las paredes revestidas de madera contrachapada y los suelos de hormigón pulido definen la estética de las zonas de estar. La organización de la casa está pensada de acuerdo con una división de espacios privados y comunes.
Detrás de la terraza, hay una gran sala de estar con puertas acristaladas y modulares, lo que permite a los residentes cambiar el diseño a su conveniencia. En el otro lado hay tres dormitorios similares y el baño.
Limpia y simple, la decoración encaja con el estilo del edificio. Los textiles y las alfombras oscuras suavizan la austeridad de los suelos de hormigón por su simple simplicidad. Los muebles de madera combinados con el revestimiento de la pared interior ayudan a crear la armonía del conjunto.
Vía | Muuuz
Fotografías | Ryan Jellyman
Más información | Jackson Scott Studio