Esta casa situada en Islandia es un ejemplo de arquitectura del futuro. Una arquitectura que se adapta a los entornos más inhóspitos levantada con materiales de la zona.
Las formas imposibles de esta casa llena de planos inclinados en sus tres alturas da como resultado una casa de formas imposibles que se aprovechan para generar sombras y un acogedor efecto cueva en su interior.
Para su diseño LYX Arkitekter se inspiró en el brutalismo de las obras del maestro de Le Corbusier Su forma es el resultado de dar la vuelta a un contenedor cuyos lados se han reemplazado con vidrio panorámico, lo que garantiza una vista de 360 grados de la playa incluso desde las plantas bajas.
Los 750 m2 de la villa se reparten en tres plantas tiene la mayor superficie en la planta baja que incluye la zona pública o de día.
La cocina sigue el estilo futurista con acero y materiales nobles como el mármol y la madera en la mesa comedor anexa a la gran isla.
La planta inferior contiene un amplio salón y comedor, un baño y la cocina. La creatividad del diseño se manifiesta en la planta alta con una terraza desde la que puedes disfrutar de unas espectaculares vistas mientras disfrutas de tu café en las primeras horas de la mañana.
Por último, pero no menos importante, el tercer piso que contiene el fascinante dormitorio ubicado en el "cubo" que corona la villa. Una puerta del dormitorio te conduce directamente a la espectacular piscina panorámica en los calurosos días de verano.
A pesar de que la casa se integra al rudo paisaje con el uso de materiales y acabados de la zona, el cubo que corona la planta superior y su espectacular piscina, de forjado transparente acapara toda la atención en el monótono paisaje de la costa islandesa. El resultado es una casa con un estilo brutalita de futuro.
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