El Miramonti Boutique Hotel cuenta con grandes ventanales para no poner barreras a las impresionantes vistas que ofrece de los alpes italianos. Situado en Merano, una de las ciudades más septentrionales de Italia este impresionante hotel se sitúa por encima de la ciudad, en una meseta soleada al borde de un bosque.
En sus inicios en 1932, el Miramonti se concibió como una pequeña posada. Desde entonces el hotel ha sido reconstruido y ampliado en varias ocasiones, la última en 2012, cuando sus actuales propietarios Carmen y Klaus Alber compraron el hotel y lo transformaron en un refugio para los amantes de la naturaleza y el diseño. Para ello construyeron una extensión moderna, llamada la Casa del Propietario, y rediseñaron las habitaciones en el ala principal.
Reciententemente (en 2018) rehicieron la fachada del edificio principal para adaptarla a sus modernos interiores. Ahora, la extensión y el edificio principal forman una unidad visual y el edificio irradia una elegancia simple que se corresponde con lo que te espera en su interior.
Las 43 habitaciones con las que cuenta el hotel, están diseñadas en cinco estilos diferentes aunque tienen en común el uso de materiales naturales.
Algunas de las habitaciones están pintadas de un azul cobalto y otras están revestidas con paneles de madera y/ o yeso pero los muebles en todas ellas son escasos y de buena calidad. Los tonos neutros de los textiles y el mobiliario ayudan a crear un ambiente relajado y, sobre todo, a no restar atención a lo realmente importante.
Porque en cada habitación las auténticas protagonistas son las vistas del paisaje que se disfrutan a través de las ventanas panorámicas sin marco.
Las impresionantes vistas de las montañas también te acompañaran al nadar en la espectacular piscina infinita de agua salada que se eleva por encima de la cuenca del valle o al usar la sauna suspendida en el bosque. O cuando estés cenando en el restaurante panorámico, o en terraza.
Un hotel perfecto para disfrutar de la naturaleza (sky, senderismo...) pero a tan solo quince minutos de la ciudad.