Mientras disfrutamos de un comienzo de Semana Santa espectacular con un sol de justicia, nos vamos hasta Australia para conocer una casa llena de color, ideal para esta época del año en la que estamos.
La casa, situada en Melbourne, destila estilo, elegancia y color por sus cuatro costados, tiene unos interiores luminosos y frescos. Las paredes, y la carpintería, están pintados de un blanco radiante. Y el color, lo ponen los textiles, determinados muebles o las ilustraciones brillantes y coloridas que cuelgan de las paredes, obras de distintos artistas australianos. .
La vida en esta preciosa vivienda discurre en torno al espacio que conforman el salón comedor y la cocina. Un espacio cubierto por un alto techo a dos aguas en el que destaca una gran mesa de madera con sillas eames en blanco, aguamarina y naranja sobre una mesa en tonos navy.
Los cojines, y algunos cuadros terminan de poner la nota de color a esta estancia en la que también se integra la cocina, con muebles de roble de Tasmania con acabados en blanco y separada de la zona de estar con una amplia barra americana sobre la que cuelgan unas lámparas tubulares en negro con unos elegantes detalles en dorado.
En el dormitorio principal, el estilo decorativo sigue la línea argumental del resto de la casa, con un ambiente fresco, confortable y natural en el que queda demostrado lo importante que es elegir los textiles o la decoración de las paredes a la hora de darle el aspecto deseado.
Más información | Adore Magazine
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