Sin duda la impresión 3D ha supuesto toda una revolución a nivel tecnológico aunque tal vez su uso no se extiende al ritmo que nos gustaría y sigue limitado a ciertos ámbitos.
En arquitectura existen ya iniciativas como esta de la Universidad de Maine que cuenta con una de las impresoras 3D más grandes del mundo y ha logrado imprimir con ella una mini casa perfectamente funcional en poco más de 3 días.
La vivienda es pequeña pero razonable, son unos 55 metros cuadrados de superficie, suficientes para una vivienda confortable para una familia pequeña. A nivel medioambiental hay que destacar que los materiales con los que está fabricada la vivienda son totalmente reciclables.
La casa tiene además como podemos ver en las imágenes de su exterior un diseño muy moderno y elegante que puede ser fácilmente modificable en el programa previo a la impresión. Esto permite hacer cambios rápidos en el proyecto y personalizar las casas de forma muy sencilla.
Con todo, la realidad es que aunque la tecnología permite imprimir casas en 3D desde hace ya algunos años no es algo que se esté haciendo en comercialización masiva, probablemente porque si bien el resultado es de calidad, el precio no compite con el de otros métodos de fabricación. Abaratar costes será el siguiente paso para que la compra y venta de estas viviendas se extienda
Más información | The University of Maine
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