El estudio de arquitectura de Zooco es el responsable del diseño de este singular dúplex que tiene como fondo el paisaje urbano de Madrid. Después de su reforma integral este piso se adapta como un guante a las necesidades de sus propietarios, un padre y su hijo que buscaban un hogar compartido pero que, al mismo tiempo, les proporcionara suficiente independencia en sus espacios o zonas privadas.
Para conseguirlo el estudio desarrolló un espacio que puede abrirse o cerrarse para conectar todas las zonas comunes e incluso anexionar ciertas zonas privadas según las necesidades diarias de sus propietarios.
La planta baja para el padre y usos comunes
La distribución de la casa se adapta a esta demanda especial. En la planta baja, de mayor tamaño se sitúan los espacios comunes - salón, cocina y comedor -, así como la habitación principal, y otros dos dormitorios (uno secundario y otro de invitados).
La planta alta para acceso a las terrazas y una habitación en suite y una pequeña cocina para el hijo
En planta alta se encuentra el apartamento abierto del hijo, con sus propias zonas comunes y terrazas anexas.
Para esta planta diseño un llamativo sistema de portones correderos que juega con el espacio y los volúmenes. Una puerta esconde una pequeña cocina y otras el dormitorio y el baño, en función de las necesidades de cada momento.
Un sistema que además de dotar de flexibilidad al espacio aporta la calidez y nobleza de la madera al espacio.
Dos plantas muy conectadas
Las dos plantas del piso se comunican por el hueco central que eleva en gran parte el techo del salón y en el que se sitúa la nueva escalera volada, que busca ser lo más ligera posible, para potenciar la fluidez entre espacios y la percepción integral de la vivienda.
Además de por su particular reparto del espacio, si por algo destaca este piso es por el uso en todo la casa de dos únicos materiales; el roble y el mármol negro. La madera de roble es la misma para todos los paramentos; los suelos, las carpinterías e incluso en el resto de los muebles a medida (armarios, escritorios, canapés...) que forman parte de la vivienda. Porque en este proyecto, todos sus elementos, a excepción de sanitarios y griferías, se han sido diseñados ad hoc, siempre desde esta premisa de la madera y piedra.
Incluso en los muebles de la casa como sillas, taburetes o mesas, la madera de roble es la elegida sus acabados.
Este binomio material, junto con los paramentos blancos, vidrios y espejos, identifica y define cada espacio y elemento, desde la gran isla central de la cocina, hasta los interiores de los diferentes baños y aseos. A su vez, la apuesta por estos dos elementos aporta serenidad y fluidez a la vivienda, en la que no hay sobresaltos ni excesos decorativos.
Incluso en el interior de los armarios se incluye el acabado roble.
La tranquilidad decorativa conseguida con la unidad material, la escasez de ornamentos y la apertura de los espacios trae consigo otro efecto. Y es que las vistas se convierten en el gran elemento decorativo. Algo a lo que contribuyen las grandes ventanas y la terraza de la planta que se abre al paisaje urbano de Madrid.
Vía ZOOCO ESTUDIO (www.zooco.es). Imágenes y gifts Imagen Subliminal
Similar en Decoesfera |Juego de volúmenes, color y luz en un dúplex de 115 m2 con vistas al cielo París
Un piso recién reformado en Bilbao con un diseño que gira en torno a un árbol situado en el patio