Heredar un piso familiar puede ser tanto una oportunidad como un quebradero de cabeza, especialmente cuando los hermanos no comparten la misma idea sobre qué hacer con la propiedad. Mientras uno de ellos sueña con quedarse y reformarlo a su gusto, el otro podría estar pensando en vender y repartir el dinero. Entonces, ¿qué es la mejor idea para equilibrar ambas posturas?
Según David Jiménez (@davidjimenezabogado), abogado especializado en herencias, existe una solución que permite mantener el piso dentro de la familia sin tener que recurrir a una compraventa tradicional. “No estáis obligados a comprar la parte del otro hermano como una compraventa normal”, explica Jiménez.
La solución más equitativa para ambos
En su lugar, se puede realizar una inscripción del condominio, un procedimiento legal por el cual uno de los herederos se adjudica el 100% de la propiedad y compensa económicamente al otro hermano por su parte. Este mecanismo está contemplado en el Código Civil, en los artículos 400 y 1062.
Pero, ¿qué significa esto a nivel fiscal? A diferencia de una compraventa convencional, esta operación no tributa como tal, sino como un acto jurídico documentado. Esto implica un ahorro significativo, pues mientras una compraventa puede generar impuestos de entre el 6% y el 10%, los actos jurídicos documentados rondan entre el 0,5% y el 1,5%, dependiendo de la comunidad autónoma.
Y la pregunta que muchos se hacen: ¿habría que pagar plusvalía municipal? En principio, no. La plusvalía solo se aplicaría si existiera un exceso de adjudicación, es decir, si la valoración de la propiedad asignada a un heredero supera la parte que le corresponde. Por eso, los expertos recomiendan la extinción del condominio frente a la compraventa, para evitar costes innecesarios.
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En definitiva, heredar un piso no tiene por qué ser un conflicto. Con la estrategia legal adecuada y un poco de planificación, es posible que todos los hermanos salgan beneficiados, y el inmueble familiar siga siendo un lugar lleno de recuerdos, pero también de nuevas posibilidades.
Imágenes | David Jiménez | Unsplash
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