Hace años, dejar solucionados los papeles de la herencia antes de fallecer era casi impensable. Los abuelos esperaban a que sus sucesores repartieran su herencia después, y de ese modo evitar conflictos en vida. No obstante, el precio de hacerlo así es bastante superior y las familias acaban involucradas en un círculo de problemas bastante complicado de solucionar.
Y es que, ¿se puede donar la vivienda a los hijos antes de fallecer y seguir viviendo en ella? Según el experto en herencias David Jiménez (@davidjimenezabogado), la respuesta es sí, pero primero debes llevar a cabo una serie de factores para asegurarte de que lo que estás haciendo es seguro y está bien.
La clave: reservarse el usufructo vitalicio
El abogado David Jiménez, especialista en derecho sucesorio, explica que una de las fórmulas más seguras y recomendables es donar a los hijos la nuda propiedad del inmueble, pero reservarse el usufructo vitalicio.
Esto significa que los hijos pasan a ser los propietarios legales de la vivienda (nudos propietarios), pero los padres mantienen el derecho de uso y disfrute de la misma durante toda su vida. En palabras de Jiménez: “El usufructo es un derecho que te permite vivir en la casa sin que nadie pueda echarte. Además, incluso podrías alquilar la vivienda si lo necesitas para obtener ingresos adicionales.”
De esta manera, los padres conservan la tranquilidad de seguir viviendo en su hogar, mientras que los hijos se benefician de una transmisión patrimonial anticipada y fiscalmente ventajosa en muchos casos.
Ventajas legales y emocionales
Más allá de los aspectos jurídicos, este tipo de donación tiene también un valor emocional. Permite a los padres planificar el futuro familiar con serenidad y evitar conflictos sucesorios. Además, aporta una ventaja práctica: al haber transmitido ya la nuda propiedad, el proceso de herencia posterior será mucho más sencillo y económico.
Eso sí, antes de dar este paso, conviene estudiar cuidadosamente la fiscalidad de la operación. La tributación de la donación puede variar según la comunidad autónoma, el valor del inmueble y el grado de parentesco. Por ello, Jiménez recomienda acudir siempre a un abogado especializado en herencias y fiscalidad inmobiliaria para planificar la operación de forma eficiente y sin sobresaltos.
Imágenes | David Jiménez | Unsplash
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