Casas que inspiran: una villa en los Alpes

Mientras escribo, un sol de justicia aporrea mi ventana hasta convertir la habitación en un pequeño horno. El ventilador ronronea en vano tratando de refrescar un poco el aire caliente de la tarde y a mi solo me queda el consuelo de evadirme con imágenes de una villa en los Alpes.

Porque no me digais que no habéis notado un poco de frescor al ver esa casa de madera situada en medio de una ladera nevada, con vistas espectaculares de las montañas. Tal vez ahora en verano la nieve haya dejado paso a verdes pastos, pero seguro que se está la mar de fresquito y con un poco de suerte hasta podemos ver a Heidi correteando feliz por ahí.

Pero no os quedeis fuera, que cuando cae la noche refresca y se está mejor dentro. Bienvenidos a la cabaña de mis sueños.

La entrada de la casa está situada al lado opuesto de la terraza, en una especie de semisótano. Desde ahí, y a través de una escalera, se accede a la planta baja, en la que se encuentra un salón, la cocina y el comedor.

El salón, todo recubierto en madera y con una decoración escasa, da a la terraza, que no es más que una superficie desnuda de madera (sin cerramiento de ningún tipo) que vuela ligeramente sobre la ladera, ofreciendo unas vistas espectaculares de toda la ladera.

Si nos damos la vuelta, accedemos al gran comedor, en el que está incluido la cocina y una chimenea de hormigón. Lo más destacable de esta estancia es el enorme ventanal que enmarca las cumbres nevadas de la cordillera.

El mobiliario es discreto pero elegante, fabricado en una madera de tono cálido, muy similar al de toda la casa. La cocina, por contra, llama la atención en su color verde retro, que le confiere un aire un tanto extraño en el entorno de la estancia. Desde luego, no pasa desapercibida.

Si seguimos subiendo llegamos a la planta primera, en la que están ubicados cuatro dormitorios y dos cuartos de baño. Por lo visto se trata de una villa de vacaciones y a sus dueños les gusta tener sitio para alojar a sus invitados.

La decoración de las habitaciones sigue la linea del resto de la casa; madera, madera y más madera, combinada con ropa de cama y cortinas blancas y, como no, unas vistas espectaculares.

En el baño se ha dejado de lado la madera para usar acero inoxidable y piedra, por aquello de la humedad y la durabilidad supongo. A mi me resulta un tanto frío, parece el baño de una institución sanitaria o algo parecido, demasiado aséptico para mi gusto.

Aunque antes he dicho que esta villa en los Alpes era la cabaña de mis sueños, realmente le falta algunos detalles para ser perfecta, pues la veo un poco desangelada. No obstante, si lo piensas bien, con esas vistas ¿Quién se va a fijar en la decoración? Lo mejor es que pase desapercibida.

Vía | Iso 50
En Decoesfera | Casas que inspiran: Townhouse