Muchas veces la realidad nos cansa y necesitamos evadirnos y trasladarnos a un ambiente de cuento aunque sea a través de nuestra imaginación. Sin embargo como la realidad supera muchas veces a la ficción hay gente que se construye para si lo que normalmente entendemos por una casa de cuento, el truco está principalmente en las formas y los colores, pero no es muy difícil de conseguir.
La que veis en la imagen sobre estas líneas está ubicada en Polonia, sus propietarios han conseguido que la casa nos traslade rápidamente a alguno de los cuentos de nuestra infancia, por fuera pero sobre todo por dentro. Yo creo que no podría vivir en una casa así, me cansaría porque el ambiente es muy colorista y un tanto recargado, pero para disfrutarla de vez en cuando sí que me parece divertida.
Empezamos nuestro recorrido por una de las estancias principales de la casa, si no la más importante, en la que se integran tres ambientes diferentes, la cocina, el comedor y la sala de estar. Como os decía el ambiente es un tanto recargado, mezclando lo rústico con los colores alegres, es como si alguien metiese en una estancia todo lo que le gusta sin buscar ningún tipo de equilibrio.
Si nos centramos en otra vista de la cocina, nos encontramos con la zona del fregadero y los espacios para el almacenaje. No es que la cocina resulte extraña, hemos visto muchas parecidas en cabañas de cuento e incluso alguna en la realidad, pero a mi tantos accesorios a la vista y los textiles en vez de puertas de alacena no acaban de convencerme, no nos vamos a engañar.
En cualquier caso hay que reconocer que la casa tiene rincones encantadores y cosas que muchos envidamos. Por ejemplo a muchos nos gustaría poder tener en casa un viejo piano, un balancín con forma de caballito o incluso un antiguo violín. Digamos que en la casa hay muchas cosas que se pueden salvar y tirando algunas otras que sobran a partir de la idea general se podrían conseguir ambientes realmente relajantes y agradables.
Pero tal y como está la decoración es bastante recargada en toda la casa, y hay espacios en los que queda mejor y otros en los que peor. Por ejemplo para mi gusto la zona de estar aún tiene un pase, será que a mi me gusta más el rosa, de hecho reconozco que vi esa lámpara multicolor en el rastro y a punto estuve de comprarla, pero el dormitorio sin embargo me horroriza, no puedo con tanto azul, tanto dorado y tanta madera en tan poco espacio.
Tampoco me acaban de convencer los baños, por un lado al no querer prescindir del confort de la mampara el contraste con el resto rústico resulta un tanto extraño y además vuelve a pasar que el espacio es demasiado reducido para tanta mezcla. Y esto del baño sí que es más complicado de arreglar, no solo es cuestión de los detalles, habría que hacer obra para cambiar hasta los azulejos y queremos que el baño se convierta en un espacio realmente agradable.
Pero para terminar con buen sabor de boca fijémonos en estos dos detalles encantadores que podemos ver en la foto sobre estas líneas. A la entrada de la casa nos encontramos con un macetero cuya forma es la de un par de katiuskas y también es excelente ese pequeño jardín aromático de pared sobre la madera pintada y envejecida.
Ya sabíamos que la casa sería curiosa y que tendría cosas que nos gustarían y otras que no, pero a mi siempre me gusta quedarme con lo positivo y estoy segura de que entre tantas ideas decorativas alguna habrá que sea de vuestro agrado. Yo que quedo con la alegría de tanto color, con la zona de la salita y con los detalles decorativos y arreglos florales de algunos de los ambientes.
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