No parece un establo la estructura más adecuada para convertir en vivienda, pero los arquitectos de AR Design Studio han sabido transformar éste de caballeriza a vivienda con personalidad, conservando todo el carácter original sin por ello renunciar a un diseño moderno y minimalista.
La clave para lograr tan complicado cometido no ha sido otra que la de decidir conservar y restaurar las paredes de madera que en su día sirvieron para delimitar las cuadras de cada caballo, y que ahora son las responsables de separar los diferentes espacios de esta casa poco convencional.
A la vista queda que fue una buena decisión, pues la madera vieja y el acero negro contrastan deliciosamente con el blanco del resto de superficies. Pero no es solo una cuestión de colores, también se suman a esta contraposición las texturas, unas lisas, perfectas, frías, las otras rugosas y cálidas.
El comedor es un espacio abierto y luminoso desde el que se domina toda la vivienda. Está situado junto a la cocina, y de él sale el ancho pasillo que nos lleva al resto de estancias, en el que podemos apreciar como la madera de las antiguas divisiones marca el ritmo de la estructura.
Esta yuxtaposición se hace patente a lo largo de toda la casa, a veces de forma muy clara, como en la cocina, separada de la zona de comedor por estas paredes de madera, pero al mismo tiempo comunicada visualmente gracias a las ventanas de barrotes que otrora servían para poder ver a los caballos.
En otros espacios el antiguo establo está menos presente. En el salón, por ejemplo, solo una puerta de madera envejecida nos recuerda que no estamos en una vivienda de nueva construcción, que sobre el suelo que pisamos en su día relinchaban yeguas y corceles y no había sillones de Mies van der Rohe, sino taburetes envejecidos de madera.
Junto con la cocina, tal vez sea el dormitorio donde más sensación nos da de que, efectivamente, estamos en una caballeriza transformada en vivienda, quizás por las dimensiones del espacio, quizás por la excesiva presencia de las viejas paredes de madera.
No se a vosotros, pero aunque en el resto de la casa la combinación de madera antigua y blanco me convence mucho, restándole frialdad al minimalismo reinante, en esta habitación se vuelve un tanto opresiva, dando la sensación de que estamos enjaulados, aunque sea en una celda de lujo con todas las comodidades.
A pesar de esta pequeña pega con el dormitorio principal, creo que el trabajo realizado con este antiguo establo es realmente magnífico. Se ha conseguido transformar lo que antes era un espacio sucio y lúgubre en una casa llena de luz y alegría que no renuncia a su historia, mezclando muy bien pasado y presente.
Os dejo con este plano de la distribución, en el que podemos ver y entender mejor cómo se organizan las diferentes habitaciones, y también con una galería de imágenes para que no perdáis detalle de esta casa poco convencional.
Vía | Design Milk Más información | AR Design Studio En Decoesfera | Casas que inspiran: un establo del siglo XVIII convertido en una moderna vivienda en los Países Bajos