A 60 km al Norte de Lisboa, en el municipio de Cartaxo se encuentra esta casa singular marcada por la belleza de sus líneas con las que juega para controlar y tamizar la luz.
Los dueños de la casa, una joven pareja vinculada al mundo del arte, decidió dejar la ciudad para vivir en un entorno tranquilo en el que también poder trabajar.
La pareja adquirió esta casa y encargo su "rediseño" al estudio de arquitectura DC.AD. El resultado es "A Saramaga" -nombre con el que se bautizó la nueva casa- y que en el pueblo tiene un significado especial; se trata del nombre de la ex matrona de Cartaxo lo que simboliza el nacimiento y la celebración de vida para los vecinos de la zona.
El reto en el exterior era dar coherencia a los distintos cuerpos de su fachada
En DC.AD Studio se encontraron con un edificio de características arquitectónicas bastante inusuales, con elementos exagerados e inconexos entre si. Su principal desafío fue la búsqueda de una estética, formal y una coherencia funcional que diera significado a lo ya existente con el entorno arquitectónico.
Todos los elementos secundarios, como los muros bajos y caminos pavimentados que conectaban los distintos cuerpos fueron eliminados y se rediseñaron aberturas en los techos en forma de lucernarios y en las paredes creando más huecos para abrir el espacio al exterior.
En este cuerpo las nuevas ventanas de suelo a techo conectan el comedor con uno de los patios y para protegerse del calor sobre el mismo se ha credado una celosía de obra a modo de alero.
Los accesos a la casa fueron rediseñadas, y ahora unas losas sobre el pavimento de gravillas definen la circulación exterior. Pero si algo ha conseguido dar uniformidad y destacar las belleza de las líneas de la casa es el acabado de la fechada. Ahora todas las superficies exteriores estan pintadas en acabados texturizados en beige y blanco para dar identificar y dar uniformidad a las diferentes volúmenes.
El espejo de agua que ya existía se transformó en una piscina un tanto elevada generando distintos niveles en el patio.
En el interior se mantiene la distribución pero cambiando los revestimientos
En el interior se han mantenido bastante fieles a la organización original de los espacios. La entrada está en el lado oeste, en un punto que separa las áreas sociales de las áreas privadas.
Las vigas de madera del techo proporciona una escala más acogedora al espacio y soportan los lucernarios que dejan entrar la luz natural.
En el lado mas cercano a la entrada y a la zona privada se encuentra la gran cocina con isla. A continuación y en paralelo se encuentra la zona de estar y el comedor en el que destaca una gran mesa con sobre de travertino rojo, reafirmando la proporción alargada del espacio.
Los baños con distintas piedras como protagonistas
En el ala privada de la casa, los pequeños patios orientados al sur deja entrar luz a los dormitorios y aseos.
Los baños comparten una estética depurada y minimalista con paredes de microcemento y griferías en negro pero cada uno está definido por el uso de un color diferente, lo que incluye la piedra de los lavabos en el mismo tono que las paredes.
Los dormitorios en calma
La suite principal destaca por combinar un salón y área de trabajo, muy cerca de la piscina piscina, con un largo vestidor blanco que incluye accesos disimulados al baño y ducha separados.
La suite principal destaca por combinar un salón y área de trabajo, muy cerca de la piscina, con un largo vestidor blanco que incluye accesos disimulados al baño y ducha separados área.
En las habitaciones , como en el exterior, destaca el uso de revestimientos texturizados continuos tanto en paredes como en los suelo de microcemento beige.
Se sigue por tanto el mismo criterio estético que el exterior lo que ayuda a conferir una uniformidad al conjunto, a la vez que ofrece una experiencia acogedora e inmersiva de los diversos ambientes.
Proyecto de DC.AD Studio en Cartaxo, Portugal. Imágenes Francisco Nogueira
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