En la rehabilitación de esta finca se han incluido materiales naturales y sostenibles empleados en las construcciones tradicionales.
Esta casona en el entorno rural de en Candereda (Ávila) está rehabilitada con mucho detalle y está pensada para disfrutar de una experiencia global en el campo pero con servicios de hotel.
Porque esta casa reinventa conceptos. La finca San Cayetano es una casa de agroturismo para disfrutar al completo con amigos o con la familia pero con servicios de hotel. Un concepto nuevo que surge del cariño y del apego que surgió entre la propietaria, Mía, y la casa después del proceso de la reforma.
Ella se encargó personalmente de la reforma y la decoración de esta casa en el campo que se encuentra rodeada de abundante y sorprendente vegetación todo el año, gracias al microclima que se disfruta en la ladera sur de la sierra de Gredos. La sierra les protege y les permite disfrutar de un clima mediterráneo con inviernos, y veranos suaves con una temperatura media de 26°.
Por eso, al finalizar el proyecto Mía decidió ofrecer servicios de hotel (que incluye desayuno y limpieza), para asegurarse el mayor confort para sus clientes y un mantenimiento perfecto de la casa.
En la rehabilitación de la casa se eligieron acabados y materiales de lujo, entendiéndose el lujo por optar siempre por materiales tradicionales y naturales, como en las construcciones de antes.
Para el tejado se usaron tejas antiguas recuperadas, se rehizo el forjado interior que queda a la vista con madera natural y los suelos cuentan con auténticas baldosas hidráulicas y piedra natural.
Además, la casa se calienta mediante aerotermia, una tecnología limpia, segura, más económica que las tradicionales y que respeta también el medio ambiente. Elegir y recuperar materiales naturales y optar por opciones sostenibles parece la opción más coherente con el medio en el que encuentra.
Haber cuidado estos detalles se traduce en confort. La decoración de la casa se ha cuidado mucho con una decoración práctica y natural. Se busca la naturalidad de las casas de campo, sin pretensiones y con interiores confortables y relajados para disfrutar de la experiencia y de una desconexión total.
LA COCINA
El techo abuhardillado con el forjado visto le otorga personalidad a una cocina para la que se ha escogido el blanco en los armarios y en la encimera de piedra.
Además del blanco, el turquesa se ha usado en paredes y en el dibujo del las baldosas hidráulicas del suelo en contraste con las lámparas de tamaño XXL industriales que dan fuerza al espacio.
HABITACIONES
Los nueve dormitorios (ocho dobles y uno para seis personas pensado para los niños), son todos distintos pero tienen muchas cosas en común. Comparten aspectos como los suelos de piedra natural, la chimenea, y una decoración ecléctica y funcional con muebles prácticos, -algunos de ellos recuperados como el baúl o un barreño transformado en mesita-.
Todo mezclado con maderas decapadas, rejillas y muebles de forja con curvas que refuerzan el carácter romántico y confortable de las estancias.
LOS BAÑOS
Y si todavía no te has enamorado de la casa lo harás, sin duda, cuando veas los baños. Para cada uno de ellos se ha elegido un suelo hidráulico distinto y para las paredes un acabado de microcemento sin alicatados en las paredes. Los lavabos son antiguos o de obra con el mismo material de microcemento. Por si fuera poco, en algunos también se han "colado" bañeras exentas o incluso, una chimenea.
LOS EXTERIORES
Los exteriores también están pensados para disfrutar al máximo. Además de la piscina y las terrazas, podrás recoger directamente los huevos de las gallinas de la finca para que te los prepararen el desayuno o conocer a la familia de burritos que seguro harán las delicias de los niños.
Información via Finca San Cayetano Fotografía de Asier Arrua