En un edificio art decó del centro de Barcelona se encuentra 8Sides, ocho apartamentos de alquiler para estancias medias y largas que la interiorista Pia Capdevila ha diseñado para que los inquilinos se "sientan como en casa".
A medio camino entre un hotel y un edificio residencial, el edificio cuenta además de los apartamentos, espacios de uso común para inquilinos y en todos ellos -en los espacios comunes y en los privados-, Pia decidió aportar espacios "con una personalidad muy marcada, con identidad propia", con estilos diferentes pero perfectamente fusionados en los diversos espacios, generando atmósferas hogareñas y cálidas.
Además de la búsqueda del carácter cálido y confortable, la interiorista también tuvo en cuenta la personalidad del edificio en el que se ubican los apartamentos. Un edificio finalizado en el año 1936 del que cabe destacar su fachada de estilo art decó tardío (con ligera influencia racionalista), recientemente rehabilitada. El interior del edificio escondía otros tesoros constructivos como el sótano, que sirvió como refugio antiaéreo durante los bombardeos de la guerra civil, en una época anterior al edificio - construido alrededor de 1886-, por lo que se puede decir que el sótano es una de las primeras construcciones del Ensanche barcelonés.
Planta baja
En la planta baja, en cuanto se cruza la entrada del edificio, te recibe un elegante espacio que corresponde a la antigua portería que se ha querido conservar tal cual, con sus suelos de mármol originales, las paredes estucadas y sin apenas accesorios, salvo una mesa antigua y una lámpara colgante, para potenciar el efecto de "entrar en casa".
Tras cruzar este distribuidor , a mano derecha se accede al Front Desk, con una apariencia de recepción con la idea de mostrar que en el edificio se ofrecen una serie de servicios para los huéspedes, atendidos de forma personalizada. Salta a la vista la perfecta integración de todos los elementos de esta planta, creando distintas atmósferas a modo de pequeños rincones de estar de diferentes capacidades en un recorrido amplio y ordenado hasta el fondo de la planta, junto a la fachada posterior acristalada.
Para amueblar esta planta la interiorista la interiorista ha elegido la línea más clásica matizada con toques contemporáneos. Los colores elegidos son los tonos naturales muy suaves, (marrones y grises, básicamente) implementados en mobiliario, tapicerías, lámparas, accesorios, suelos y paredes. El resultado es un espacio común de paso muy elegante y acogedor donde también se puede disfrutar del tiempo leyendo, conversando o simplemente descansando.
Al final de esta misma planta, se sitúa el ascensor para subir a los apartamentos, pudiendo también acceder a los mismos por la escalera principal del edificio, de estilo racionalista art déco. Ésta es otra de las piezas clave originales que se conservó del edificio, rehabilitándose con sumo cuidado para devolverle todo su esplendor.
El encanto del sótano
En mitad de la planta principal se abre el hueco de una amplia escalera que baja al sótano enmarcada por una pared de ladrillo visto original que conecta ambas plantas. A través de los peldaños volados, el huésped
ya entrevé que el espacio inferior está cargado de sorpresas. Porque el cambio de registro ambiental es realmente llamativo. Y aunque aquí se ha seguido también la línea de crear diversos rincones de estar, son las formas y los materiales constructivos que los envuelven los que han impuesto la distribución de los diferentes espacios, como son la zona co-working, la sala de reuniones, el gimnasio y un espacio central polivalente.
En esta planta Pia Capdevila quiso potenciar la esencia de este escenario histórico, haciendo que "la apariencia original de las paredes no pasara desapercibida, manteniendo fielmente el encanto de los desperfectos de los muros que ha dejado el paso de tiempo". Techos de bóveda catalana, arcadas, pilares de ladrillo y paredes de piedra se mantuvieron fieles durante la reforma. Lo único nuevo del sótano es el suelo de lamas dispuesto a lo largo.
El espacio te invita a recorrer el espacio buscando la entrada de luz natural cenital conseguida a través de la abertura a la fachada posterior. El marcado aspecto industrial de los materiales constructivos se combina con colores más intensos en tapicerías y mobiliario que en la planta de acceso, incluido el baño público, con un toque victoriano mezclado con detalles de campiña inglesa.
Los apartamentos en las plantas superiores
Teniendo en cuenta que la permanencia de los huéspedes de 8Sides ha de ser, como mínimo, de 32 días, el objetivo del proyecto consistió en dar vida a unos apartamentos completamente equipados de 65 metros cuadrados cada uno y distribuidos en dos habitaciones, dos baños (uno en suite), cocina y salón comedor.
Para la cocina se han elegido puertas con molduras y tiradores dorados, buscando una estética atemporal que encaja bien con las personalidad del edificio.
Los dos tipos de apartamento cuentan con un espacio exterior a elegir, en forma de terrazas o balcones, con vistas a la calle o a un tranquilo pasaje típico del Ensanche barcelonés.
Para el interiorismo de los apartamentos se ha llevado a cabo en base a dos estilos. Uno más neutro y el otro más atrevido aunque ambos tienen los mismos elementos comunes en cuanto a colores, combinando azul intenso, gris y blanco.
El resultado son unas viviendas de líneas muy elegantes con un estilo neutro a caballo entre cierto clasicismo (en las molduras), algunos guiños art déco (con lámparas redondas doradas) y detalles contemporáneos como los que aportan los mármoles (en baños y cocina) y las maderas de nogal y lacadas del mobiliario. Precisamente lo que se pretende precisamente es "no tener un estilo definido para poder adecuarse a cualquier tipo de huésped, poniendo el foco en crear unas estancias privadas de máxima amplitud visual y con una estética muy cuidada", en palabras de la interiorista catalana.
La fuerza del azul y las molduras de la pared hacen las veces de cabecero en el dormitorio.
Para el baño, también se ha escogido el acabado mármol y un bonito grifo empotro en la pared con doble mando.
Última planta la terraza común con piscina
La zona de la azotea se ha dedicado principalmente al ocio exterior de los huéspedes y ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad de Barcelona. Cuenta con una piscina junto a un solárium con tumbonas para tomar el sol, en una parte, y en otra más amplia, hay una terraza con diferentes asientos.
En esta planta también se encuentra un pequeño apartamento tipo ático de 40 metros cuadrados con terraza privada.
Proyecto de Pia Capdevila Interiorismo. Imágenes Jordi Canosa. Estilismo Mar Gausachs.
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