Algunos trucos de limpieza se transmiten de generación en generación o se pasan de casa a casa por boca a boca y eso lleva, en ocasiones, a algunos malos entendidos y errores. En el caso concreto del bicarbonato de sodio y el vinagre, ambos productos son muy famosos, no solo en la cocina, también para limpieza, por ser protagonistas de múltiples soluciones. En algunos casos deben ir juntos y en otros por separado, pero ¿sabemos en qué casos debemos combinarlos o no y por qué?
Vinagre (ácido) y bicarbonato (base) ¿qué son?
Un posible criterio para clasificar sustancias químicas es atendiendo a su acidez. En química, la acidez se mide a través del pH que numéricamente es el menos logaritmo de la concentración de iones hidrógeno, pero se puede medir de forma muy sencilla con tiras reactivas, un paquete vale en Amazon 3,99 euros, indicadores naturales como la col lombarda o los arándanos o usando un pHmetro digital que podemos encontrar por tan solo 9,99 euros.
El pH toma siempre valores entre 1 y 14, el valor neutro es el 7 y si medimos pH de vinagre y de bicarbonato disuelto en agua veremos valores por debajo y por encima de siete respectivamente. Esto es porque el vinagre es un ácido (pH menor que 7) y el bicarbonato de sodio es lo contrario, una base, (pH mayor que 7).
Muchos de los productos de limpieza más eficaces que tenemos en casa son bases, aunque tal vez no lo sabemos, hay varios detergentes con pH 9, el amoníaco tiene pH 11 aproximadamente y la lejía incluso pH 13. En el extremo contrario encontramos la conocida como aguafuerte, que es básicamente ácido clorhídrico, y tiene un pH de 1 aproximadamente. En realidad es importante saber si un producto es ácido o base para decidir sobre qué lo aplicamos, porque son efectivos para limpiar manchas distintas y hay que tener cuidado porque pueden atacar algunas superficies.
Por tanto, el bicarbonato de sodio en agua es una base, al igual que la mayoría de limpiadores que conocemos, pero con un pH más cercano a 7, lo que implica que su poder limpiador es menor, pero al mismo tiempo también es más respetuoso con las superficies. En el caso del vinagre, se trata de un ácido, pero también un ácido con un pH más cercano a 7 por lo que es mucho menos potente que el aguafuerte, pero también mucho menos peligroso y agresivo.
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Poder limpiador
Como base y ácido que son respectivamente bicarbonato de sodio y vinagre, tienen propiedades limpiadoras. Por ejemplo, en el caso del bicarbonato se recomienda para limpiar en bañeras, lavabos o fregaderos esa suciedad sutil que casi ni se ve, pero que se nota en la rugosidad de la superficie al tacto o la falta de brillo. El vinagre por su parte es un buen desinfectante natural y, sobre todo, muy barato por lo que tiene también múltiples usos en limpieza de electrodomésticos e incluso de alimentos en el hogar.
Pero es muy habitual que cuando vemos trucos de limpieza en los que se menciona el uso de vinagre y bicarbonato se proponga que los usemos combinados y puede ser buena opción pero conviene analizar en qué casos. Cuando se combinan un ácido y una base en la misma proporción se neutralizan, es por eso que en principio puede parecer que mezclarlos no tiene mucho sentido, porque ambos perderían su efecto limpiador al ser contrario el uno con el del otro y compensarse... Pero hay que ver situaciones en concreto.
En la reacción entre vinagre y bicarbonato se obtiene una sal, agua, un gas (dióxido de carbono) y ese es uno de los aspectos interesantes de esta reacción, esa producción de gas, porque el gas se expande y esa capacidad que tiene de expandirse y generar presión podemos aprovecharla, por ejemplo, para desatascar desagües o para limpiar objetos con pequeños orificios como filtros o la alcachofa de la ducha.
Otro detalle a tener en cuenta de la reacción de neutralización es que, tanto la disolución del bicarbonato como el vinagre de limpieza al ser transparentes, cuando los estamos utilizando para limpiar sobre una superficie, no se ven, por tanto es difícil saber si los hemos eliminado por completo o no. Así, si después de limpiar con pasta de bicarbonato, echamos un poco de vinagre nos aseguramos de neutralizar el bicarbonato que pudiese haber quedado sobre la superficie, al tiempo que el dióxido de carbono producido como gas, penetra en poros y orificios para una limpieza más profunda.
Alguien podría pensar que esa producción de gas podría ponernos en riesgo ante una posible explosión... La realidad es que no, esta reacción es probablemente la más habitual en colegios y talleres de ciencias para niños y en las cantidades que manejamos en casa, aunque usemos una botella de vinagre entera la cantidad de dióxido de carbono que se va a producir como mucho podrá hacer saltar un tapón (como cuando abrimos una botella de cava) si es que hacemos la reacción en un recipiente cerrado. Con todo siempre es recomendable una buena ventilación en casa, especialmente cuando hacemos tareas de limpieza y manejamos productos químicos.
Si nuestro objetivo es desatascar tuberías o desagües y no queremos usar el truco casero de vinagre y bicarbonato, hay otros productos que pueden servir para el mismo uso y están especialmente fabricados para él. Uno de los más famosos y vendidos es el WC Net Desatascador líquido que en pack de dos botellas cuesta en Amazon 13,70 euros.
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Fotos | Aplicación de IA de Canva y congerdesign en Pixabay
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