El uso de lejía, amoniaco u otros desinfectantes químicos han sido durante años los reyes indiscutibles en todas las labores de limpieza. Para fregar el suelo, limpiar la cocina o desinfectar el cuarto de baño, el amoniaco siempre ha estado presente en cuanto a la limpieza se refiere. Sin embargo, una sociedad que apuesta por lo biodegradable, cada vez más personas buscan otras alternativas naturales, que no contaminen ni agraven la salud personal como es el uso del limón como aliado de limpieza.
Sus propiedades cítricas antibacterianas, antimicrobianas y desengrasantes convierten a esta fruta en el nuevo producto estrella de limpieza. Esta sustancia no solo elimina gérmenes y bacterias, sino que también disuelve la grasa acumulada y neutraliza los malos olores, dejando un aroma fresco y agradable después de cada acabado. Además, el limón aporta un brillo muy especial sobre suelos y griferías y suelta un aroma muy peculiar que simula una continua sensación de limpieza y bienestar dentro de casa.
Utilizar limón para limpiar el suelo
La mezcla es fácil: solo necesitas exprimir un par de limones sobre un cubo de fregona lleno de agua tibia y, si lo deseas, añade un chorrito de vinagre de limpieza para potenciar el efecto desinfectante. Llegados a este punto... ¡ya tienes tu mezcla preparada! Sencillo, rápido y, si lo piensas, realmente económico con respecto al precio de la lejía, el amoniaco u otras soluciones de limpieza para el suelo y superficies.
Para aplicarlo, humedece la fregona en el cubo (como si fueras a pasar el suelo normalmente), y friega el suelo como de costumbre. Eso si, no olvides de escurrir bien ña fregona para evitar daños sobre suelos delicados como el parqué. Una vez fregado e incidiendo en las zonas más transitadas o con más suciedad, deja secar al aire libre y verás como el aroma del limón comienza a reflejar esa sensación profunda de limpieza sobre el suelo.
Además, antes de utilizar la mezcla, se recomienda barrer bien el suelo y quitar el polvo y las pelusas de la superficie para evitar que esa suciedad repercuta en los resultados de tu disolución. Como ves, el procedimiento de limpieza es el mismo: rápido, sencillo y eficiente, pero dejando atrás el amoniaco para dar la bienvenida a la fruta estrella en la limpieza de hogares: el limón.
Fotografías | Pexels
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