A grandes males, grandes remedios. En este comienzo del siglo XXI muchos conventos de nuestro país deben enfrentarse a dos grandes problemas. El primero es la falta de monjas que garanticen la continuidad de muchos de ellos, y el segundo, la falta de recursos económicos para mantener esos grandes edificios, muchos de ellos con siglos de antigüedad.
Esa falta de recursos lleva a muchas comunidades a buscar alternativas para poder subsistir y pagar los gastos de mantenimiento. En Sevilla, las hermanas clarisas de Santa María de Jesús elaboran postres para tener una fuente regular de ingresos. Dulces que venden a través de una ventana en el propio convento, y también de forma online. Pero con eso no les basta. Por ello, han probado fortuna con el negocio de la encuadernación, con un servicio de lavandería...
Lamentablemente, ninguna de esas actividades era todo lo rentable que necesitaban las 18 hermanas que viven en el centro conventual. Así que decidieron dar un paso más allá y meterse en un negocio que está de plena actualidad en las capitales turísticas: convertir su convento en un Airbnb para los turistas que visitan Sevilla y buscan una experiencia única al poder dormir en un centro monástico. De esta manera, las hermanas querían aprovecharse de las cifras que maneja el sector turístico de Sevilla, con más de tres millones de visitantes en 2023.
Un Airbnb del siglo XVI
Así, una parte de este convento del siglo XVI se ha transformado en un alojamiento situado en pleno centro de Sevilla. En la plataforma, el alojamiento de las clarisas se presenta como un lugar "perfecto para descansar tras un día de actividad y diversión".
Si esperas encontrar celdas austeras en las que dormir, nada más lejos de la realidad. Tal y como se puede ver en las fotos del perfil del alojamiento en Airbnb, los cuatro apartamentos turísticos están reformados.
Entre las características del alojamiento, se destaca que está completamente equipado con cafetera, exprimidor de naranjas, calentador de agua para infusiones, TV HD, lavavajillas... Además, está situado frente a la Casa de Pilatos y a tan solo 10 minutos de uno de los monumentos más icónicos de la ciudad, la Giralda. Las reseñas de los huéspedes que se han alojado en el convento no pueden ser más positivas, con una valoración de 4,75 estrellas.
Respecto a los precios, los apartamentos se alquilan por un mínimo de dos noches, por las que se cobra entre 80 y 180 euros, dependiendo de si se reserva el apartamento de dos habitaciones, o la de tres habitaciones. También hay que pagar 30 y 55 euros en concepto de gastos de limpieza.
La gestión depende de unos socios
Aunque parte del convento se ha destinado a alojamiento turístico, lo cierto es que las monjas no se dedican a la gestión directa. Hace unos días, en un reportaje en El País las hermanas, de clausura, reconocían que el verano pasado entraron en contacto con dos socios con las que acabaron llegando a un acuerdo para gestionar las viviendas turísticas.
La comunidad de clausura quería buscar nuevas fórmulas de financiación para el convento, pero no querían romper con la clausura y destruir su vocación, tal y como contaba al periódico español sor María José, la única hermana que tiene contacto con el exterior. Los alojamientos están situados fuera del espacio de clausura de las hermanas, por lo que la actividad turística no interfiere en su rutina diaria.
Fotografías | Airbnb
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