María Lancha
EditorA menudo, tomamos el hall o recibidor de casa como una mera zona de paso donde dejar las llaves, la chaqueta y las gafas de sol. Sin embargo, el hall es la primera impresión de nuestro hogar cuando vienen invitados. Es el primer aroma, el primer aire fresco al entrar en casa y la primera pista de como serán el resto de las habitaciones. Por eso, es importante que el hall sea un espacio muy cuidado.
Para la arquitecta Lidia Molina (@lidiamolinaarquitecta), "Es el primer contacto que tenemos con el interior de una vivienda, y su diseño debe equilibrar belleza y funcionalidad", asegura. Un ejemplo perfecto de esta filosofía se plasma en su último proyecto en Denia, donde el recibidor ha sido concebido como una carta de presentación que anticipa la estética del resto de la casa.
Un hall con estilo
Vía @lidiamolinaarquitecta
El espacio destaca por la cuidada elección de materiales nobles y resistentes, pensados tanto para embellecer como para durar. Las paredes han sido revestidas con un papel vinílico texturizado en tonos neutros, que aporta una sensación de calidez y sofisticación. Además de su atractivo visual, este acabado tiene la ventaja de ser altamente duradero y fácil de mantener, características ideales para una zona de tránsito constante.
Vía @lidiamolinaarquitecta
Pero sin lugar a dudas, el hall debe tener un gran protagonista, que realce el estilo. Por ejemplo, en este caso es un mueble de roble que destaca por su diseño depurado y su funcionalidad. “Queríamos una pieza que fuera útil sin sacrificar la estética”, comenta Molina.
Vía @lidiamolinaarquitecta
El resultado es un elemento que aporta un toque natural al espacio, generando un contraste armonioso con las texturas de las paredes. Pero más allá de lo visual, este mueble cumple una función clave: ofrecer almacenamiento práctico, ayudando a mantener el orden sin restar estilo.
Una transición entre el exterior e interior
Vía @lidiamolinaarquitecta
El recibidor es también un espacio emocional. Marca la transición entre el exterior y la intimidad del hogar, y por eso, su diseño debe invitar a entrar. Para Lidia Molina, lograr ese equilibrio entre lo bonito, lo práctico y lo elegante no es una casualidad, sino una meta constante: “Diseñar espacios que sean bonitos, prácticos y elegantes es siempre el objetivo”, concluye.
Una vez más, la arquitectura interior se convierte en una herramienta para mejorar no solo el aspecto de una vivienda, sino también la experiencia de quienes la habitan. Y el hall de entrada, lejos de ser un simple pasillo, se convierte en el primer gesto de decoración e interiorismo del hogar.
Fotografías | Instagram de Lidia Molina
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