Este mes de agosto nos ha traído una muy buena noticia decorativa, y es que, tras casi tres años de vicisitudes y problemas económicos, la fábrica sevillana de loza Pickman La Cartuja ha reanudado su actividad y continuará produciendo esa loza artesanal tan característica que está presente en nuestras casas nada menos que desde 1841.
Fue precisamente en ese año cuando, aprovechando la desamortización de bienes eclesiásticos de Mendizábal, Charles Pickman, cuya familia se dedicaba desde principios del siglo XIX a la exportación de loza y cristal desde Inglaterra, instaló su fábrica de loza en el interior del monasterio cartujo de Santa María de Las Cuevas, hecho que vinculará los nombres de Pickman y La Cartuja de Sevilla hasta nuestros días.
Las formas, decorados y colores característicos, como los de la vajilla Aurora que vemos en la imagen, comenzaron desde su fundación a crear un estilo propio que se ha convertido en la principal seña de identidad de la marca, como sabéis proveedora de las principales casas reales. A partir de ahora, gracias a la intervención de la Junta de Andalucía, a la lucha de sus trabajadores y al compromiso de su nuevo propietario, podremos seguir disfrutando de los productos de La Cartuja de Sevilla que continuará ofreciendónos sus tradicionales piezas ornamentales y conjuntos de mesa tal y como venía haciendo desde hace siglo y medio. ¿Es o no es una buena noticia?
Más información | La Cartuja de Sevilla
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