Una vez terminadas las auditorias parece que la polémica que ha surgido en los últimos días a raíz de la obtención de las plumas y plumón que rellenan algunos de los productos textiles de Ikea ya tiene solución. Solución para el consumidor, claro, porque para el animal ya poco se puede hacer.
Para los que no estén al tanto, os comento sin dar más detalles (que yo por lo menos soy muy sensible para estas cosas) que parte de la pluma y plumón que se distribuía desde China a la marca sueca era extraído de animales vivos, lo que supone un proceso muy doloroso y cruel para los animales y por tanto incumple los principios de la marca y los de muchos de nosotros.
Al parecer, en el contrato que tenía Ikea con las compañías chinas figuraba explícitamente el hecho de que la extracción no se podía realizar de forma cruel, por lo que después de las auditorias que lo han demostrado han anunciado que dejarán de trabajar con ellos y que realizar más controles al resto de sus proveedores en el país, así como reforzar los contratos para tener más control sobre los procesos.
Para nosotros, los consumidores que hayamos comprado uno de estos productos nos proponen si queremos el cambio por otro de la misma gama o la devolución del importe de compra, independientemente del tiempo que haya pasado desde la compra, sólo tienes que ir al centro donde compraste tu edredón.
Es una pena que cosas como esta sigan pasando, aunque lo cierto es que hay que felicitar a Ikea, porque en menos de un mes ha puesto solución al problema, algo que no es nada común, muchas empresas obvian totalmente el bienestar del animal o en otros casos no se hacen responsables de lo que hacen sus distribuidores.
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