Nacho Viñau Ena
CoordinatorSargadelos lleva meses en la cuerda floja. Desde que el pasado mes de abril cerrara su planta de Cervo a causa de una inspección de trabajo, la icónica firma gallega vive momentos de incertidumbre sobre su futuro, pese a que está afrontando un momento de expansión.
El jueves pasado, el propietario de la compañía gallega, Segismundo García, anunció el desalojo inmediato de la factoría de Cervo tras la visita de tres inspectores de trabajo con motivos como la exposición al polvo de sílice. El cierre, decretado por causas de fuerza mayor, dejó en suspenso la actividad de los 80 empleados de este centro productivo. Y ese cierre amenaza con dejar desabastecidos a los puntos de venta en un momento clave para las ventas.
Fue el propio propietario, quien en un comunicado publicado en el diario El Progreso en su edición en papel, advirtió que el abastecimiento de artículos a sus clientes se verá "seriamente afectado", justo cuando se avecina una de las campañas comerciales más importantes del año, la de Navidad.
Sin abastecimiento en Navidad, y también sin dirección
Sargadelos ordenaba el jueves pasado paralizar la producción en su centro de Cervo. Fue el segundo parón de este año tras el temporal de abril, cuando la dirección alegó no poder resolver en plazo deficiencias detectadas en una inspección. El cierre se produjo por "problemas de higiene laboral", y según el comunicado, el acceso de la plantilla a la fábrica no se permitiría "hasta que se subsanen las deficiencias detectadas".
En el comunicado, García sostenía que "la dirección no quiere asumir responsabilidades relacionadas con posibles riesgos para la salud derivados del trabajo en la planta". Además, añadía que la indumentaria empleada por los técnicos le llevó a interpretar que la inspección se realizaba como si en la fábrica se manipulasen materiales peligrosos. Algo que según el propietario, no es cierto. Aún así, decidió cerrar la factoría para evitar riesgos a la plantilla.
El propietario también ha mencionado a la Xunta, al asegurar que el Gobierno gallego "se había comprometido a facilitar los medios y permisos para mejorar, en lo posible, los procesos de fabricación", pero que "hasta la fecha no ha comenzado las obras, presuntamente, necesarias". También recuerda que la administración autonómica envió a técnicos que, tras sus comprobaciones, concluyeron que en la planta no existían sustancias peligrosas ni materiales considerados dañinos.
Además, y al margen del conflicto con la Xunta, en estos momentos la empresa carece de dirección, ya que aunque Segismundo García sigue siendo el propietario, dimitió como Ceo y gerente de la firma. De esta manera, no hay una persona que pueda tomar decisiones empresariales para afrontar el futuro de la empresa.
La fábrica abrirá (en teoría), el miércoles
Tras el rechazo del ERE solicitado por la empresa, y con los 80 trabajadores acudiendo a las puertas de la fábrica para evitar perder sus derechos, la empresa ha anunciado hoy martes en un comunicado que la factoría de Cervo reabriría sus puertas "si no surgen inconvenientes" este miércoles. Según la empresa, la reanudación de las operaciones se llevará a cabo aunque la empresa siga pendiente de cubrir la plaza de CEO.
En el comunicado, el propietario de Sargadelos afirma que mientras se solucionan los problemas con el gobierno autonómico, "Entre tanto, habrá que ir 'tirando' (aunque a nosotros nos guste más ir 'recogiendo'), y por eso, si la Xunta garantiza la salubridad de nuestras instalaciones abriremos la planta de producción de Cervo». Advierte, eso sí, "que las requisitorias y reformas que exige la inspección de Lugo están sin hacer y no entra en los planes de esta compañía acometerlas a corto plazo".
Pese a la crisis, Sargadelos está en plena expansión
Sargadelos es una de las marcas históricas de la cerámica gallega con más de dos siglos de trayectoria. Pese al cierre de la factoría de Cervo y a los posibles problemas de desabastecimiento en la campaña de Navidad, la firma cerámica está en un momento de expansión comercial, con la apertura de nuevas tiendas (la última, en la Diagonal de Barcelona a finales de noviembre), presencia en museos y una cada vez más importante proyección exterior en mercados como México.
Esta política expansionista, ligada también a nuevos contratos para afrontar los pedidos de fin de año, parecía asegurar una campaña de Navidad fuerte, truncada ahora con esos problemas de abastecimiento de esta firma que es todo un símbolo del patrimonio cultural de Galicia.
Y aunque el propietario acaba de anunciar la reapertura de la fábrica, lo cierto es que el futuro inmediato de Sargadelos sigue en el aire a la espera de la evolución del conflicto entre la compañía, la Inspección de Trabajo y la Xunta.
Fotografías | Sargadelos
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