Utilizar la campana extractora en la cocina puede ser una auténtica ventaja especialmente si preparamos platos con un olor fuerte y un tanto desagradable para la armonía de nuestra casa. Además, este aparato protege las superficies de la cocina y salva a nuestros azulejos, el techo y las paredes de una acumulación de grasa que, con el tiempo, puede repercutir la estética y dinamismo de nuestra cocina.
Sin embargo, para que la campana extractora funcione y haga su trabajo como el primer día, hemos de llevar a cabo un seguimiento y cuidado de la misma, así como una limpieza periódica o prácticamente diaria para conseguirlo. ¿Quieres saber como hacerlo? A continuación te dejamos una serie de consejos para lograrlo con alimentos o productos que todos tenemos en nuestras cocinas. A mi me a servido, ¿y a ti?
Cómo limpiar los restos de grasa y suciedad de la campana extractora
Aunque la limpiemos a diario y después de cocinar, la campana extractora suele acumular grasa y restos de productos pegajosos que repercuten en su funcionamiento, utilidad y finalidad. Ahora, con estos trucos de limpieza, podrás acceder a toda la suciedad tanto interna como externa sin rayones ni productos que dañen su brillo y buen estado.
Detergente para lavavajillas
Los productos de limpieza típicos para limpiar los platos forman parte del equipamiento básico de la cocina y son realmente eficaces para eliminar cualquier tipo de manchas. Mezcla un poco de detergente para lavavajillas en un cubo con agua tibia y, con una bayeta restriega toda la superficie. Después, limpia con un paño húmedo y seca toda la campana extractora con un paño suave. ¡El resultado es increíble!
Este truquito también te puede servir para limpiar su filtro interior. Sumerge la malla metálica en la mezcla de detergente con agua tibia y deja actuar durante unos minutos. Además, puedes ayudarte de una esponja para limpiar la suciedad y el resultado será brillante.
Bicarbonato de sodio
Básico en todos los trucos de limpieza, el bicarbonato de sodio funciona de maravilla para limpiar la grasa incrustada pro las rejillas, así como para abrillantar el resto de la campana extractora. Con este remedio casero serás capaz de eliminar hasta la suciedad más intensa en un abrir y cerrar de ojos. Solo tienes que mezclar el polvo con un podo de agua hasta formar una pasta. Después, limpia todo con un paño humedecido y pule toda la superficie hasta que no quede ni una gota de grasa.
Para el filtro, coloca la malla metálica en el lavabo o en la bañera y espolvorea un paquete de levadura en polvo por encima. Luego, llena el recipiente con agua hirviendo hasta cubrir el filtro y deja actuar la mezcla. Verás como con el paso del tiempo se irá eliminando la suciedad. Elimina los restos de suciedad con agua corriente, pasa un paño para secarlo y listo, ¡lo tienes!
Limón
El limón, además de ser un básico en nuestra dieta mediterránea, tiene propiedades cítricas que resultan ser un limpiador potente y respetuoso con el medio ambiente. Además, sus propiedades desengrasantes abrillantan la campana extractora en un abrir y cerrar de ojos. Cótalo por la mitad, frota el limón por la superficie más sucia y el propio jugo será el que actúe como limpiador inmediato.
Aceite vegetal
Aunque puede parecer contraproducente, el aceite, limpia el aceite. Pon un poco de aceite vegetal en un papel de cocina y limpia el acero inoxidable con movimientos circulares, después utiliza un poco de limpiador doméstico para retirar el producto y verás como el propio aceite disuelve la grasa incrustada y hace que la superficie de la campana vuelva a brillar.
Imágenes | Unsplash
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