Por mucho cuidado que pongamos en mantener en perfecto estado la vitrocerámica, lo cierto es que con el paso del tiempo los arañazos van haciendo acto de presencia. Y da igual que intentes cocinar con cuidado, o que lleves una escrupulosa labor de mantenimiento tras su uso.
Y la verdad... La presencia de esos arañazos es algo que me solivianta sobre manera por la estética y porque da un aspecto viejo y de falta de cuidado la cocina. Además, esos arañazos no solo hacen que esta estancia parezca descuidada, es que su presencia también afectará a la funcionalidad de la propia placa.
De hecho, no solo hay que cuidar la vitrocerámica por estética, también debe hacerse para que las placas calefactoras no pierdan su funcionalidad, eliminando cuanto antes restos de suciedad, incrustaciones y evitar restos de quemaduras.
Cómo limpiar los arañazos de la vitrocerámica
Aunque pongamos cuidado a la hora de cocinar para evitar arañazos, lo cierto es que al mover las cacerolas y sartenes podemos rayar la placa si el fondo de los recipientes de cocción son desiguales, o si en la superficie hay resto de azúcar, de sal o de otros alimentos duros y con bordes afilados.
Lamentablemente, no es posible eliminar los arañazos de la placa vitrocerámica. ¿El motivo? Esos rayones no se pueden rellenar porque las pastas que podríamos utilizar para hacerlo no son resistentes al calor. Y tras aplicarlas, se expandirían al encender el fuego, y luego ya no se contraería. Pero por suerte sí que hay varios métodos para conseguir que sean menos visibles y tratar de disimular su presencia.
Para disimular su presencia, podemos aplicar pasta dentífrica a los arañazos, ya que este producto cuenta con partículas limpiadoras que lijarán la superficie de la placa. También puedes aplicar un poco de bicarbonato de sodio con agua, con la que elaboraremos una pasta que también te ayudará a disimular los arañazos.
Cómo evitar los arañazos en la placa vitrocerámica
Dado que es imposible eliminar los arañazos, es muy importante limpiar de forma periódica la placa con un paño suave. Hay que poner especial atención en que restos de alimentos, y especialmente, sal o azúcar, estén en la superficie de la vitro. También hay que eliminar los restos de grasa y suciedad cuando vayamos a cocinar.
Los fondos de ollas y sartenes también deben estar limpios antes de comenzar a utilizarlos sobre la vitrocerámica. Hay que tener en cuenta que muchas personas prestan especial atención al interior de estos elementos, pero descuidan la superficie inferior, que suele estar llena de grasa y suciedad incrustada. Si una sartén o una olla está muy vieja, lo mejor es que te olvides de ella y la sustituyas para evitar daños en la vitrocerámica.
Además, cuando no estás cocinando, puedes tapar la placa vitrocerámica con una cubierta especial que permitirá proteger la superficie y evitar cortes con los cuchillos o rayaduras con el menaje.
Y por último, es importante usar productos de limpieza específicos para vitrocerámica con el fin de evitar daños. En este sentido, es fundamental evitar productos de limpieza agresivos, como limpiadores de horno, ácidos, disolventes, o utilizar estropajos demasiado duros o ásperos.
Fotografía | Freepik, Decoesfera
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