Acabamos el mes de diciembre con la vista puesta en el puente de la Constitución. Un puente ideal para hacer escapadas a ciudades europeas en las que disfrutar de las luces y del ambiente típico de estas fechas, y por supuesto, de visitar los mercadillos navideños que se expanden a lo largo y ancho del Viejo Continente (Solo en Alemania se montan más de 2.500 mercadillos) y en los que podemos comprar adornos para decorar la casa y el árbol.
Adornos que conservamos, que dan sabor a nuestra casa en Navidad, y que nos ayudan a recordar esos viajes y esos momentos felices que hemos pasado al decorar el árbol cada mes de diciembre. Por eso, hoy os traemos cinco mercadillos navideños que no puedes perderte durante el mes de diciembre en distintas ciudades europeas.
El mercadillo de Nuremberg
Cuantos lo ha visitado, dicen que el de Nuremberg es el mercadillo más bonito de Europa. Está situado en la céntrica Rathausplatz, y hunde sus orígenes en el lejano siglo XVII. Sus puestos ofrecem encantadores objeto de decoración, artesanía y dulces (no hay que dejar de probar las galletas con forma de corazón llamadas lebkuchenherz).
El Mercado de Navidad de Praga
Praga es una ciudad fascinante para ir en cualquier época del año, pero sobre todo, hay dos momentos del año que me encantan. La Pascua, con toda la decoración típica de Centro Europa de esas fechas, y la de cosas que hay para traerse a casa con motivos de conejos, patos y otras señas de la Pascua, y Navidad. Una época en la que la ciudad entera se engalana, con dos epicentros en torno a los cuáles gira la vida, la Plaza de Wenceslao, y la Plaza Vieja.
En la plaza Vieja, además de decenas de puestos en los que encontrar decoración navideña y artesanía, desde juguetes a las preciosas piezas de cristal por las que es famoso este país, encontrarás un impresionante árbol de Navidad traído desde las montañas del norte del país para vestir de gala este punto de la capital checa.
Estrasburgo, Ciudad de la Navidad
Un poco más cerca que Praga nos pilla Estrasburgo, la capital de la Navidad. La ciudad entera se transforma para recibir a los miles de visitantes que se acercan hasta esta localidad francesa para disfrutar del ambiente navideño. Al caer la noche, la magia de la luz invade sus calles y plazas, y en particular, su Mercado de Navidad.
Está considerado el más antiguo de Francia, ya que sus orígenes se remontan al siglo XVI, y se extiende por varias calles y plazas del centro de la ciudad, sobre todo entorno a la plaza Broglie y a la plaza de la Catedral, con centenares de comerciantes listos para ofrecernos objetos para vestir el árbol, el Belén, para hacer un regalo, y por supuesto, para delitarnos con las especialidades gastronómicas de estas fechas y para entrar en calor con el vino caliente.
Mercado de Colonia
El Mercado de Navidad de Colonia data del año 1820, y por sus más de 150 puestos pasan unos cinco millones de visitantes cada año. Visitantes que no pueden evitar sorprenderse con el abeto de 25 metros de alto y más de 50.000 luces, y comprar cualquier cosa que se te pueda ocurrir para decorar la casa, desde los célebres 'cascanueces', a figuras de nacimientos, artesanía tradicional o decoración de lo más variada.
El Christkindlmarkt de Viena
Coincidiendo con el primer domingo de Adviento, la Rathausplatz de Viena, o lo que es lo mismo, la plaza del Ayuntamiento, inaugura el Mercado "Christkindlmarkt". Este mercadillo de adviento que se prolonga hasta el 24 de diciembre se remonta al siglo XVIII, y está presidido por el Ayuntamiento de la capital austriaca y por un gigantesco árbol de Navidad, en torno a los cuáles se ubican decenas de puestos de decoración navideña, artesanía y gastronomía.
Fotografías | Boris Tylevich, Priit Tammets, Boris Tylevich, Pug Girl, PROJordan Wilms, Roderick Eime
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