Desde hace un tiempo me he aficionado a las sábanas bajeras de punto. No ha sido un capricho, comencé a buscarlas al poco tiempo de empezar a dormir en Tempur, ya que son un buen complemento para este tipo de colchones, su elasticidad permite aprovechar al máximo sus propiedades termosensibles.
Pero conseguirlas no ha sido un camino fácil. En la mayoría de los comercios especializados no las venden y las que he encontrado perdían sus cualidades muy pronto o presentaban una calidad muy baja. Pero todo cambió cuando descubrí y probé las sábanas Bella Donna de Formesse.
En la tienda me aseguraron que cuando te levantabas de la cama, las sábanas no presentaban arrugas y permanecían en su sitio como si nadie hubiera dormido en ellas. Yo dediqué una sonrisa amable al vendedor, pero en realidad me costaba mucho creerlo.
Tardé aún varios meses en comprarlas y al final lo hice animada por una oferta, pudiendo comprobar que lo que ofrecían era cierto, las sábanas eran de muy buena calidad y no se arrugaban durante el sueño.
Antes de probar estas sábanas estuve usando unas de La Redoute. Creo que sería interesante hacer una comparativa entre ellas para ver los diferentes resultados.
La Redoute:
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Sábana de 160 × 200 cm.
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precio 23,90 euros (sin descuentos)
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Composición: 100% algodón (130 g/m2).
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Lavado a 60°.
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No necesita plancha.
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Sobre colchón de 150 cm, la sábana no se adapta bien a la medida, queda demasiado grande y hay que alisar e insistir para que no queden arrugas.
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Al primer mes de uso se aprecia la aparición de bolitas y un adelgazamiento visible del tejido. Tras un uso intensivo, la sábana pierde su escasa elasticidad encontrándola cada mañana arrugada tras el sueño y desprendiéndose del colchón en ocasiones. Después de dos años de uso, tuvo que ser reemplazada.
Bella Donna:
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Sábana extensible para camas de 140-200 cm/160-220 cm.
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Precio: 35 euros con descuento del 50 %, su precio habitual es de 70 euros.
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Composición: 97% Punto de hilo de algodón 3% elastán. Lleva un baño de aloe vera al que le atribuyen efectos beneficiosos para la piel.
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Lavado a 60º
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No necesita plancha
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Es una sábana con un tejido de tacto suave y un apreciable grosor. El elastán hace que se adapte al colchón de 150 cm, quedando perfectamente encajada, lisa y sin una sola arruga, como si de una segunda piel se tratara. Tras el sueño, al levantar de la cama, el lecho aparece liso, sin arrugas. Con el paso del tiempo la sabana apenas pierde sus propiedades, sigue teniendo un grosor aceptable, y se mantiene perfectamente elástica.
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Tras varios meses de uso, no aparecen bolitas y el tejido presenta la misma superficie suave y lisa del primer día. El contacto sobre la piel es muy suave y delicado; al dar vueltas en la cama, la sábana se mantiene en su sitio, evitando la desagradable sensación de dormir sobre una cama deshecha y arrugada. Es un complemento perfecto para un colchón viscoelástico o de látex.
El resultado del análisis es claro, esta es una sábana de muy buena calidad que depara un descanso cómodo y relajado. El inconveniente es su elevado precio, que llega a los 70 euros para cama de matrimonio. Aunque a la vista de los resultados, me pregunto qué es caro y qué barato, ya que las sábanas de La Redoute solo me duraron dos años y no dieron un buen resultado en términos de comodidad y calidad.
Personalmente, creo que si duran el tiempo suficiente, esta habrá sido una buena inversión, el buen descanso no tiene precio.
En España las podemos encontrar en Matarranz, establecimiento especializado en ropa de hogar con tiendas en Madrid y Fuengirola.
Más información | Matarranz, Formesse
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