Aunque en muchos hogares ya se dispone de secadoras, lo cierto es que secar la ropa al aire es el método mayoritario para hacerlo por motivos económicos y ecológicos, por espacio y porque el secado al aire es mejor para conservar las prendas que el secado a mano.
Sin embargo, hay varios artículos que se suelen secar al aire y que no deberíamos hacerlo en ningún caso si queremos prolongar la vida útil de las prendas y artículos textiles y evitar que se estropeen.
Suéteres gruesos
Los suéteres gruesos no habría que tenderlos en tendedor. Cuando están mojados pueden llegar a volverse muy pesados. Y si has usado un ciclo de lavado delicado para no estropearlos, no tiene mucho sentido colgar la prenda en el tendedero porque harás que se estire y se deforme.
Para evitar este problema, lo mejor es colocar tus suéteres en una rejilla de secado, o sobre una superficie que no empape la humedad con el fin de que mantenga su elasticidad original sin perchas ni pinzas . Para acelerar el secado, puedes enrollas el suéter en una toalla limpia y escurrirlo para eliminar el exceso de humedad antes de extenderlo sobre una superficie plana.
Artículos con relleno de plumón
Los edredones, nórdicos o chaquetas rellenas de plumón no deberían ser secados al exterior. Este tipo de artículos es mejor secarlos en secadora a temperatura alta con tres o cuatro bolas de secado para recuperar así la esponjosidad y secar por completo el relleno.
Cuando estos artículos se secan al aire libre y de forma natural, el relleno de plumas suele quedar apelmazado, y puede llegar a desarrollar problemas de olor a humedad. En este sentido, la secadoras de doble carga estándar de las lavanderías son ideales para que los nórdicos recuperen su esponjosidad original y ayuden a retener el calor corporal.
Fundas de cojines
Seguro que en alguna ocasión te ha pasado que has lavado una funda de cojín, y al intentar volver a poner el relleno, no había manera de que entrara o que cerrara la cremallera. Eso puede suceder por no acertar con el programa de lavado, pero también por cómo se secan. Para solucionar este problema, lo mejor es estirar suavemente la tela húmeda sobre el cojín con el fin de revertir la contracción por relajación, y cerrar las fundas con la cremallera.
Una vez hecho esto, puedes apoyar los cojines para que circule bien el aire y asegurarse de secarlos por completo antes de utilizarlos. En caso de que vivas en un lugar con mucha humedad, puedes utilizar un deshumidificador para acelerar el secado al aire.
Mantas de punto grueso
Cuando se lavan estas mantas, suelen retener mucha agua. Y el tiempo de secado puede ser demasiado largo. Además, secar al aire las mantas de punto grueso puede estirar y tensar el hilo en exceso.
Por eso, este tipo de textiles es mejor secarlos a máquina a temperatura baja y sin calor, ya sea en casa o en un centro de lavado. Para los textiles más delicados, como las mantas tejidas a crochet, puedes colocar la manta en posición horizontal.
Fotografías | Ricardo Gomez Angel en Unsplash
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