Manuel Canovas y Larsen son dos firmas que forman parte del grupo textil británico Colefax & Fowler. En España podemos encontrar todas sus creaciones en una de nuestra tiendas de textiles "fetiche", Gastón y Daniela. Es de agradecer que las firmas españolas se esfuercen por conseguir traer a sus escaparates las últimas tendencias en alta decoración, así que nunca faltamos a sus presentaciones. Al ser dos colecciones bastante extensas , vamos a verlas en dos entradas para no hacernos tanto lío con los modelos.
Salvando la batalla del idioma facilmente, ya que, como en otras ocasiones, presentaba las colecciones Trudi Ballard que habla con una claridad meridiana y Jesús Garabieta y Ana Gayarre estaban al quite para cualquier término excesivamente técnico, la presentación ha sido una maravilla.
Manuel Canovas
Un estilo inconfundiblemente francés, de ricos tejidos bordados, inspirada en el espíritu de la Francia del siglo XVIII, reinterpretado para el gusto contemporáneo. El color es el sello inconfundible de Ariane Dalle, directora creativa de la firma y su equipo. Diferentes tonos de rosa indio, anis, amatista y turquesa., nos presentan una colección que se puede dividir en dos partes: el mundo gitano, gipsy style y el francés más clásico de las toile de jouy.
Basándose en documentos originales de lugares tan diferentes como Goa o Lamu, se han inspirado en la artesanía y la cultura de lugares exóticos y lejanos, con combinaciones de colores imposibles y estampados étnicos asociados al espíritu de trotamundos y alegría del gipsy style. Sedas, linos bordados, tejidos de colores vibrantes para un preciosa colección que llama a la primavera, al buen tiempo y a la naturaleza.
Enamorada me tiene el modelo Kalista, con sus enormes flores indias bordadas sobre lino, con colores preciosos y vivos. Inspirado en un documento del Rajasthan, bordado en un lino grueso con puntadas de lana utilizando crewelwork (también llamado bordado jacobeo), una técnica que era muy popular en Inglaterra en la Edad Media y que me parece perfecta para la España del siglo XXI.
También el modelo Carla, con sus guirnaldas bordadas, de tamaño más pequeño que el anterior, pero la misma sensación, sobre un lino natural, lo tenéis en cuatro colores, cada cual más bonito (se atreve a un fondo mostaza, con las flores bordadas en tonos malvas y fucsias, muy atrevido, pero ideal para complementos). Es perfecto para un salón de una casa de verano, en la playa o en el campo. Rayas de colores, inspiradas en los ponchos sudamericanos o grecas de estilo navajo (que también vimos desfilar en las pasarelas de moda)no bordadas, sino cosidas como parches de apliques de terciopelo y pespunteado con un hilo blanco grueso que le da un carácter étnico y artesanal.
El tejido Montana de sedas bordadas, que combina dos tonos como rojo y rosa, con motivos indios es una maravilla y los lisos mezcla de viscosa, algodón y lino parece tesciopelo, suave y con las características del algodón y nos muestran una increible variedad de colores. En especial me ha encantado el tono Tomate. El estampado Kaya, me recuerda muchisimo a los tejidos marroquíes, sobre todo cuando el color elegido es el turquesa, esas grecas bordadas en blanco, serían preciosos caftanes.
Un estampado muy bonito, pero no fácil de combinar, si no eres osado en decoración es el modelo Pali, 100% lino, de estilo calicot, un estilo originario de la ruta de la seda india que podéis elegir en varios colores. El lavanda y el crudo son los que más me han gustado, ya que encuentro el fucsia y el mandarina excesivos.
Por otra parte, y como no podía ser de otro modo en una de las firmas que mantiene vivo y contemporáneo el estampado toile de jouy, Trudi Ballard nos mostró la colección de papeles pintados y telas para la próxima temporada. Personalmente soy una amante incondicional de este tipo de estampados, aunque reconozco que algunos me cansan un poco.
Sin embargo, no ha sucedido esta vez, ya que las nuevas técnicas de estampación han permitido que los tres estampados se hicieran al tiempo en un lino al 100% con un acabado especial que conserva la pátina de los documentos originales. El resultado, como podréis comprobar, es espectacular.
Por otra parte me han encantado los colores tan atrevidos que se utilizan para los fondos. Un mandarina rabioso le da vida a la toile Jardin du Luxembourg y el fucsia más vibrante alegra Le Verrerie, claro que el zafiro también es una maravilla. El modelo Rochefort lo encuentro elegante pero excesivamente clásico, para aquellos que no arriesgan y el modelo Lutece, con sus medallones con temas arquitectónicos (en mi opinión) desluce un poco la colección, está demasiado desfasado, pero para gustos los estampados.
Manuel Canovas nos ha presentado una colección para todos los gustos y para todos los estilos, con un protagonista único: el color.
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