El antes y después de terraza que hoy os enseñamos tiene algo curioso en el suelo y es que no se ha hecho la transformación con un único material sino con tres. De entrada se eligió el típico suelo que imita madera y es autoinstalable, pero se ha combinado con piedras y césped artificial.
La elección de las piedras es una buena solución para remates y es que colocar el autoinstalable en la parte central es muy fácil porque cada baldosa se une fácilmente con la otra, pero cuando llegamos a los extremos si las medidas no encajan y hay que cortar la cosa se complica. En ese momento si rellenamos el espacio sobrante con guijarro blanco podemos conseguir un bonito resultado de la forma más sencilla.
El césped artificial se puede añadir para hacer una distinción de zonas y porque si, como en este caso, vamos a destinar una parte a área de juegos para niños el césped artificial resultará más confortable para ellos si es de buena calidad.
Tenemos como resultado una reforma que aparenta una gran profesionalidad y sin embargo se ha hecho de forma totalmente manual por los dueños sin necesitar la ayuda de ningún profesional y por tan solo el coste de los materiales.
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