Si el espacio exterior de que disponemos en casa es pequeño y encima está tan cerrado que no es ni muy luminoso, eso no tiene que ser un obstáculo para disfrutar de él en todo su esplendor y este antes y después de balcón es un buen ejemplo de ello.
El mobiliario amarillo se ha elegido en este caso para compensar el brillo que le faltaba de forma natural a este pequeño balcón. No se puede considerar ni una reforma, es solo una transformación con alfombras de exterior y muebles elegidos para priorizar el contraste de color.
Personalmente creo que para el suelo se podría haber hecho una mejor elección, pero posiblemente condicionado por los metros cuadrados y el presupuesto esas alfombras hayan sido lo más apropiado en este caso.
El contraste de colores y especialmente el amarillo y el blanco en el mobiliario sí que me parecen un gran acierto especialmente en un balcón que sin esa luminosidad extra podría resultar excesivamente sombrío incluso en los meses más cálidos.
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