El blanco está muy de moda, las paredes blancas, el suelo blanco, los muebles blancos… pero cuando elegimos todo en colores claros y neutros para una habitación después puede resultar demasiado fría y aburrida, normalmente hay que romper con una nota de color. El color se suele introducir a través de los complementos textiles, pero tal vez algún mueble auxiliar sea también una buena opción.
Por ejemplo al ver la imagen que da comienzo a este artículo, se me ha ocurrido que en un salón amueblado y decorado en blanco o en una mezcla de blanco y gris claro, podría quedar bien una mesa que contraste como la que vemos en amarillo junto a uno de los laterales del sofá. Quien dice en amarillo, dice en rojo o en verde o en el color de nuestra elección.
Por un lado al elegir el mueble en un color intenso rompemos con la monotonía de la estancia que aunque elegante, podría llegar a resultar un tanto triste y por otro lado destacamos la pieza que de otro modo pasaría casi inadvertida. Un mismo mueble al elegirlo en un color o en otro cambia totalmente su aspecto.
A mi la verdad es que la idea me gusta, cierto es que yo siempre he sido partidaria de los colores fuertes, intensos y cálidos en el hogar y más aún ahora en estaciones frías en las que el día ya es suficientemente gris. Un toque de color ya sea en los textiles o en cualquier otro complemento siempre transmite alegría, pero no sé si vosotros estaréis o no de acuerdo conmigo.
Vía | Stilsucht
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