Antes y después: usar textiles para mejorar un salón

Antes y después: usar textiles para mejorar un salón
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Ya hemos visto en otras ocasiones cómo un cambio de aspecto de una habitación no tiene por qué ser caro. En efecto, si cambiamos los complementos de manera acertada podemos actualizar una estancia sin hacer un gran desembolso económico. El salón que tenéis sobre estas líneas es uno de esos que con cambiarle los textiles y añadirle un par de detalles puede cambiar de cara fácilmente.

En nuestra situación inicial, que tenéis sobre estas líneas, lo primero que se aprecia es que las ventanas no tienen cortinas. El sofá, de cuero, no destaca mucho pese a ser negro sobre un fondo marrón claro y además los dos cuadros que hay sobre la chimenea aparecen apiñados.

Otro de los grandes problemas que le encuentro yo a esta estancia, y que no se solucionan en el “después” es la moqueta del suelo, tan típica de países anglosajones y que por fortuna no vemos mucho en España, para suerte de decoradores. Aunque yo habría empezado por eliminarla, esperad a ver la foto tras el cambio y me decís vuestra sensación.


El salón después del cambio

Observad cómo en el “después” tenemos los mismos muebles que en la imagen anterior pero se han añadido detalles. Lo primero que se ve es la alfombra blanca y negra en zig zag que se ha colocado en la zona del sofá. Esta alfombra hace un contraste perfecto con el sillón de cuero y con el puf que funciona de mesa baja, alegrando la estancia.

Otro detalle en mi opinión arriesgado pero que les ha salido bien son las cortinas color turquesa con detalles blancos. Ese tono es más utilizado en dormitorios pero en este salón queda perfecto enmarcando unas ventanas por las que entra luz a raudales. Fijaos en cómo han usado los cojines sobre las sillas para crear una combinación alegre y luminosa.

Por último, quiero que le echéis un ojo a la chimenea, donde han quitado los cuadros para sustituirlos por un espejo de aire vintage y que hace que esta pared sea la gran protagonista de la estancia. Esta pared, que antes era un poco sosa, llena de luminosidad un salón que no tenía mucha personalidad y lo llena de optimismo.

Notad que lo único que se ha cambiado entre ambas fotografías son los textiles y el espejo de la chimenea, ya que, aunque se ve un poco diferente, el color de la pared es el mismo en ambos casos. ¿Me creéis ahora cuando os digo que los textiles pueden llenar de vida una habitación? Es más, ¿os acordáis de la moqueta?

Imágenes vía | Design*Sponge
En Decoesfera | Antes y después: un salón que pasa al blanco

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