El sueño de cualquier persona que tiene un jardín es tenerlo lleno de flores durante la mayor parte del año. Y para conseguirlo, podemos buscar plantas que tengan una larga temporada de floración, y a ser posible, que se adapte a climas extremos como el que vivimos en buena parte de nuestro país.
Entre las plantas que reúnen estas características, destaca el mirto. Una especie que se cultiva en muchos países por su adaptabilidad y por su resistencia, y que tiene un amplio periodo de floración para dar vida y color a nuestras zonas de exterior. De hecho, es tan resistente que es la favorita tanto de jardineros profesionales como de personas que no saben demasiado del cuidado de las plantas.
El mirto es un árbol perenne leñoso que crece lentamente, pudiendo alcanzar ente los 3 y los 5 metros de altura. Su floración, entre mayo y agosto, dura 120 días al año, y esa es una de las principales potencialidades.
Las flores, con agradable perfume, pueden ser de color rosa o violeta, dependiendo de la variedad. Y los tallos están cubiertos de pequeñas hojas de forma ovalada que son verdes en verano.
Cuidados del mirto
El mirto es una especie muy fácil de cultivar. Pero aún así, es necesario proporcionarle unos cuidados mínimos si queremos que se desarrolle de forma espectacular. Para empezar, deberás plantarlo en un lugar que tenga abundante luz solar, a pleno sol, o en semisombra, ya que a esta especie le gusta el sol y el calor.
El sustrato debe tener un buen drenaje, y hay que intentar que mantenga cierto grado de humedad, aunque no es conveniente encharcarlo, ya que si tiene demasiada agua en el suelo puede provocarle enfermedades como el mildiu polvoriento o las manchas foliares. De hecho, soporta bastante bien la sequedad ambiental. En caso de que lo cultives en maceta, deberás cuidar más el riego.
Al igual que soporta bien el calor, también resiste el frío, ya que puede sobrevivir hasta a -10ºC. Por otro lado, el sustrato debe tener una alcalinidad y una acidez moderadas, con un pH de entre 6 y 7.
Como todas las plantas, el mirto necesita ser fertilizado para crecer de forma correcta. Y lo mejor es utilizar abonos que tengan fósforo, potasios y oligoelementos.
A la hora de podar este arbusto, la mejor época para hacerlo es en primavera. Deberás cortar los tallos tanto de las plantas más jóvenes como de las más viejas para darle a la planta la forma deseada, evitar que crezca demasiado, y de paso, disfrutar de una abundante floración.
Fotografía | Whisker Flowers en Pixabay
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