Nos encantan las hortensias para dar vida a cualquier rincón, gracias a esa floración espectacular en colores como el azul, el rosa o el blanco. Pero además de vestir el jardín, las hortensias también pueden ser cultivadas en macetas y jardineras en terrazas y balcones, para dar vida a estas zonas de exterior.
Las hortensias son plantas bastante resistentes, siempre que les demos unos cuidados determinados. Y si queremos cultivarlas en maceta, esos cuidados son todavía más importantes.
Cómo cuidar las hortensias en macetas
Para empezar, deberás elegir las hortensias más adecuadas para ser cultivadas en tu balcón o en tu terraza, con variedades que son de crecimiento compacto o que crecen bien en maceta. Entre ellas, destacan la Hydrangea macrophylla 'Forever & Ever' o la Hydrangea macrophylla 'Pia'.
A continuación, una vez que tengas elegida la variedad de hortensias que dará vida a tu terraza o balcón, hay que buscar macetas o jardineras grandes que permitan que sus raíces se desarrollen de forma correcta. Además, deberás asegurar que los contenedores tengan un buen drenaje para evitar encharcamientos, dado que aunque les gusta la humedad, no soportan el exceso de agua ya que sus raíces podrían pudrirse.
Una vez elegidas las macetas, tendrás que utilizar un sustrato ácido, rico en nutrientes y de alta calidad que ayude a tus hortensias a mantener la humedad que necesitan para sobrevivir.
Una vez que tenemos el contenedor listo, es importante que elijas bien el lugar donde vas a colocar tus hortensias. Sobre todo, si vives en zonas muy calurosas. En estas zonas deberás buscar un lugar que no reciban sol directo, sobre todo, a medio día. Lo mejor es que reciban luz indirecta o que tenga sombra parcial.
El riego es muy importante para las hortensias, ya que les gusta la humedad y es necesaria sobre todo en zonas calurosas, pero en ningún momento hay que pasarse con el agua ni permitir que se encharque. En este sentido, durante la época de floración hay que regarla tres veces a la semana, asegurándote siempre de que el sustrato está seco entre riego y riego.
Y si ves que las flores y las hojas comienzan a caer, lo mejor es regar la maceta por inmersión, y no sacarla hasta que veas que las hojas están tersas de nuevo. En invierno, riégalas cuando veas que el sustrato está seco. Además, hay que intentar regarlas con agua que no tenga mucha cal. Y si es agua de lluvia que has ido recogiendo, mejor que mejor.
Tampoco hay que olvidarse de fertilizar tu planta para que esta florezca con fuerza y estalle en flores utilizando un fertilizante rico en materia orgánica y minerales para plantas con flores. Deberás aplicarlo cada dos semanas durante la época de crecimiento, evitando en todo momento sobrefertilizar la planta. Es importante que durante el invierno dejes de echar el abono para permitir que la planta descanse.
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