Conocida científicamente como Nerium oleander, las adelfas son un arbusto que puede llegar a alcanzar los seis metros de altura y se trata de una especie perennifolia que se caracteriza por contar con un follaje siempre verde durante todo el año. Es un árbol de crecimiento rápido y densa ramificación, que se desarrolla de forma muy sencilla y colorida. Además, si algo se nos viene a la cabeza al ver estas flores rosadas son las carreteras y autovías de todo el país que se visten de esta preciosa flor a lo largo de toda la seguridad vial.
Pero, ¿realmente cuál es el motivo de su aparición? Según el tipo de carretera de la que se trate, podemos encontrar una vía en una o varias direcciones. Para separarlas, suele haber una zona de terreno no circulable separado por vallas metálicas y es ahí, justo ahí donde encontramos las adelfas. ¡Vamos a indagar sobre sus ventajas y por qué esta y no otra planta!
¿Por qué utilizamos las adelfas en las autovías?
Las adelfas destacan por ser plantas bastante frondosas que, colocadas sobre las vallas de separación centrales, nos ayudan a cerrar la visibilidad de la otra carretera. De esta forma, veremos la autovía como un lugar más seguro, plano y vial, sin visibilidad al resto de coches que circulan en dirección contraria. Además, esto no solo gana privacidad y sensación de seguridad, sino que mejora la visibilidad nocturna para evitar deslumbramientos de los coches que circulan por el otro carril.
Otra de las utilidades de estos arbustos es que, gracias a su frondosidad, amortiguan mejor los golpes de vehículos en el caso de accidentes viales. De este modo, si un coche se sale de una de las carreteras, frenará antes de llegar a la contraria. Así, "las adelfas reducirían la severidad de impacto mediante la absorción de una parte de la energía cinética del vehículo y la reconducción de su trayectoria", explican desde la web 'Circula seguro'.
Imágenes | Pexels
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