El suelo es probablemente una de las cosas más engorrosas de cambiar en una reforma, pero también una de las que mejor efecto produce si acertamos, de ahí la importancia de los suelos. Para visualizar esta importancia, os he traído una pequeña selección de antes y después en los que el suelo juega un papel fundamental.
El primer ejemplo es probablemente el más claro de todos. Para un baño insulso en el que predominaba el blanco —pero el blanco feo, no el bonito— se ha cambiado el suelo por por unas piezas con figuras geométricas de todo tipo, que le dan una gran personalidad y lo organizan visualmente. Obviamente el resto de cambios también ayudan, pero el pavimento es el protagonista.

Luego hay otros casos en que prácticamente con solo cambiar el suelo, parece que cambie toda la estancia, como este salón que nos enseñó mi compañera Raquel o el de la cocina con un inexplicable damero mezcla de rojo e imitación de mármol.
En casos así, realizar una reforma sin cambiar el pavimento es prácticamente un suicidio, porque es precisamente el suelo lo que está echando todo a perder, y aunque luego cambiemos más cosas, si dejamos el original, nos arrepentiremos eternamente.

En esa línea encontramos también el cambio de este baño florido y hermoso que os enseñé hace no mucho, y que tenía la peculiaridad de que estaba enmoquetado. Afortunadamente, la dueña de la casa lo primero que hizo fue retirar esa moqueta y poner un mosaico blanco que alegrara la estancia y no absorbiera tanta luz.

Ya por último, hay otras ocasiones en las que cambiar el suelo no es una buena idea. Como el caso de este otro antes y después, en el que había una preciosa tarima de madera en color roble, criminalmente pintada de blanco. En mi opinión, el blanco tenía que haber sido para las paredes, para así crear un poco de contraste, que era lo único que necesitaba esa estancia.
Luego está el caso de este otro baño en el que se ha optado por una solución completamente diferente —por no decir radical— y se ha recubierto por completo de un gresite azul que crea un ambiente realmente surrealista, aunque atractivo. No sabría decir si es una buena o una mala idea; atrevida, desde luego que sí.

Claro que podría ser peor, imaginaos que el dueño de este precioso piso en Barcelona con unos suelos que enamoran, hubiera decidido que los mosaicos antiguos no son lo suyo, y hubiera optado por poner una tarima de madera, como mucha gente me recomendaba que hiciera con los suelos de mi nueva casa. Me entran escalofríos de solo pensarlo.
En definitiva: los suelos son muy importantes. La decisión de conservarlos o cambiarlos, y la elección del material y acabado del nuevo debe der algo pensado con detenimiento, contemplando incluso la posibilidad de adquirir unas muestras para hacer pruebas o usando el retoque fotográfico, porque un suelo u otro puede cambiar completamente la percepción de un espacio, y no es fácil adivinar cómo va a quedar.
Vía | Design Sponge
En Decoesfera | Alfombras de madera o suelos enrollables, según como se mire
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2 comentarios
Morthylla
A mí me obsesionan los suelos, desde que mi madre adquirió una pasión enfermiza por la cerámica (hasta el patio, donde va el coche, está cubierto con ella). Y nunca he sabido qué es lo mejor, porque la madera es frágil bajo las imprescindibles sillas de los computadores, la cerámica (si logras pillar una bonita) es muy fría, las baldosas (aquellas losetas como de piedra) a menudo son poco brillantes, etc. etc. etc.
Y como siempre me voy fijando en el suelo de fotos y casas que conozco, ahora dudo mucho más, por ejemplo a causa de lo bonito que se ven los mosaicos antiguos. Eso sí, jamás, nunca usaría alfombras muro a muro: es lo único que sacaría a los 5 segundos si mi futura casa estuviera cubierta con eso.
curtiplas
Es increíble como el suelo puede cambiar totalmente el aspecto de una habitación y lo habéis recogido perfectamente. Menudo cambio el que se ve en las fotos del salón y la cocina!! Nada que ver el antes y el después, ha ganado muchísimo. Personalmente para salones y dormitorios me gusta la madera o la tarima flotante, más resistente y que necesita menos cuidados. Es cuestión de elegir la que mejor se adapte al uso que le vamos a dar a la estancia. La cerámica la dejo para el baño y la cocina. Los diseños que hay ahora mismo son impresionantes y pueden ser el hilo conductor de toda la decoración de la habitación. Se hacen auténticas maravillas y cada vez más resistentes. En cuanto a las alfombras, todo en su justa medida. No me gustan las que cubren la habitación por completo, pero sí soy partidaria de colocarlas para dar mayor calidez y ayudar a la insonorización. Además ahora también hay diseños muy originales que nos ayudan a dar un toque muy personal a la casa.