Hace unos días os hablamos de qué era lo que teníamos que tener en cuenta a la hora de elegir el cabecero de cama, con la idea de que si estábais realizando algún cambio o si queríais amueblar una nueva casa no pasaráis nada por alto. Hoy vamos a seguir con un post del mismo estilo en el que os hablaremos de lo que hay que tener en cuenta a la hora de escoger un nuevo color para una habitación.
El color es un tema que hemos tratado mucho en decoesfera, no obstante es una de las claves de la decoración de una habitación. Para muestra un botón y nada mejor que los que hemos visto en decoesfera como este antes y después en que sólo tuvo lugar un cambio de color y la habitación se convirtió en algo totalmente distinto.
Por eso mismo hay que prestar especial atención a su elección y por eso mismo los factores que tenemos que tener en cuenta para elegirlo son muchos y muy variados, así que supongo que este resumen os vendrá bien por partida doble.
Antes de empezar hay que decir que los factores que tenemos que tener en cuenta no recaen sólo sobre la decoración o sobre la iluminación sino que también el inquilino tiene mucho que ver. Por ejemplo, si la persona que va a estar en esa habitación es joven, póngase el caso de un dormitorio infantil, lo mejor es escoger colores alegres y vivos, muy estimulantes.
Por el contrario si se trata de un dormitorio de una persona más seria, más mayor, lo mejor es optar si bien no por colores oscuros sí por tonos neutros o apagados.
La cosa se complica cuando no hablamos de un dormitorio sino de un salón por ejemplo, donde tenemos que elegir el color no sólo pensando en una persona sino en varias. En estos casos lo mejor es escoger una zona de color neutral, ni demasiado viva, ni demasiado apagada, en tonos neutros con complementos que puedan darle un ambiente joven.
Como os dije antes también es muy importante la iluminación, y es que como ya hemos visto muchas veces elegir un color determinado puede hacer que el viaje de la luz se potencie y por tanto la habitación sea más luminosa o todo lo contrario.
Por regla general en habitaciones con una buena iluminación podemos utilizar cualquier color en función de otros aspectos, sin embargo en habitaciones con una mala iluminación lo mejor es optar por colores neutros o pálidos, para que la habitación sea mucho más luminosa.
El estilo que le vayamos a dar a la habitación es también importante. De hecho muchos estilos vienen marcados por un color, es el caso por ejemplo del estilo minimalista en el que domina el blanco o el contemporáneo donde colores sólidos y extremos como el blanco y negro o los grises son los principales.
Y bueno, no menos importante aunque el último, también tenemos que tener en cuenta el uso que le vayamos a dar a habitación. Necesitaremos colores más apagados en ambientes de trabajo o más vivos en zonas de juegos por poner dos ejemplos extremos.
En cualquier caso, lo más importante es siempre pensar en conjunto, es decir, os que buscar que nos guste el color sino que nos guste el resultado global que queda al decorar toda la habitación.
En Decoesfera | Factores decorativos a tener en cuenta a la hora de elegir el cabecero