Los que leísteis mi artículo tras la inauguración de Teyoland, el nuevo espacio de decoración que acaba de abrir en Valencia, os encontrasteis con mi decepción plasmada en palabras e imágenes. Aquello no era nada parecido a lo que esperaba, así que decidí darle a Teyoland una segunda oportunidad con una nueva visita.
Transcurrida una semana desde la inauguración, era de suponer que la cosa luciría más armoniosa, menos desangelada, y en gran parte así ha sido. También he tenido más tiempo en esta visita para cotillear y comparar precios, que para mi sigue siendo la clave para el éxito de esta interesante iniciativa comercial española.
Teyoland, un Ikea a la española
Tras conocer el anuncio de que Teyoland iba a inaugurar su primera tienda, mi compañera Sara se preguntaba si Teyoland sería un Ikea a la española. Bueno, para ser sinceros, intentarlo lo han intentado, con una distribución de la tienda muy parecida, una imagen corporativa bastante inspirada en la marca sueca y la misma idea de mostrar recreaciones de habitaciones y casas más o menos completas.
Mi opinión es que, a pesar de que ahora todo estaba mucho más bonito que el día de la preinauguración, con detalles y accesorios en las diferentes composiciones, como vajillas, mantelerías, lámparas y otros complementos... le sigue faltando "vidilla" y se sigue respirando la sensación de que hay demasiado sitio para pocas cosas que mostrar.
Esta sensación se hace patente nada más entrar, en el gran espacio donde están situadas las cajas y las escaleras que nos llevan a la planta superior, donde está la zona de exposición. Es un espacio desangelado como pocos, en el que encontramos las ofertas más interesantes dispuestas de una forma muy poco atractiva. Si me permitís la comparación, no sabes si has entrado en Teyoland o en un BricoMart o BricoDepot.
No obstante, a pesar de este importante detalle y de que la iluminación es muy a menudo insuficiente, visitar Teyoland es una experiencia medianamente agradable, y algunos espacios, especialmente las cocinas, con una gran variedad de acabados y composiciones, resultan inspiradores.
El problema de los precios
Otra de las cosas que me interesaba mucho de esta segunda visita a Teyoland era el tema de los precios, que me habían dejado preocupado en la inauguración. Sigo pensando que hay algunos precios completamente desorbitados que no tienen cabida en una tienda así, pero también hay otros bastante competentes y algunos que podríamos considerar muy atractivos.
Por ejemplo, hay bonitas sillas de jardín por entre 10 y 15 euros, que no está nada mal, y luego hay alguna línea de estanterías y muebles de comedor que, sin ser la panacea, ofrecen combinaciones modulares a precios asequibles. Claro que luego te encuentras que una silla normal de madera cuesta 78 euros y la anuncian como un precio bajo, y se te cae el alma al suelo.
En la zona de accesorios, menaje, iluminación y demás sigue pasando lo mismo, productos a precios interesantes y otros que no te esperarías de una tienda de estas características. Puede parecer una tontería, pero creo que el cliente potencial de estas tiendas no quiere tener que estar pensando si algo es barato o no, quiere tener la certeza de que está comprando a un buen precio, y eso no ocurre de momento en Teyoland.
El ejemplo más clamoroso de esta extraña política de precios, probablemente debida a la gran diversidad de proveedores, se puede ver en su colección de accesorios decorativos de cartón. Ya hice mención en su momento al marco de cartón que costaba 35 euros, pero es que también asusta el precio de las letras de cartón con las que podemos formar el nombre de nuestro retoño para decorar su habitación: seis euros la pieza.
Vale que sean bonitas y una muy buena idea, pero algo de cartón no puede valer ese precio, por mucho "de diseño" que sean, porque la gente dirá: "uy, qué bonito, pero seis euros la letra ya me lo hago yo, que pienso ponerle Nabucodonosor a mi hijo y la broma me saldría por un pico". Eso, sin hablar de la mesita de noche que vale 127 euros.
Si hubiera una manera sencilla de resumir qué es Teyoland, diría que es un Conforama mejorado en la zona de exposición, un Casa grande en la zona de accesorios y menaje y un Leroy Merlín no tan completo en la parte de jardín y herramientas. Pero que nadie se espere un Ikea salvo en las formas, porque le falta ese espíritu de diseño democrático y esa jerarquía de precios tan bien estudiada de la tienda sueca.
A los que vivís en Valencia y alrededores os invitaría a visitarlo, porque podéis encontrar cosas bonitas a buen precio --yo me he comprado unas espátulas y tengo fichada una mesa para la terraza-- pero respondiendo a la pregunta que me hizo una usuaria, no merecería hacer un viaje desde lejos como a muchos valencianos nos ha merecido la pena ir a Murcia a comprar en Ikea.
Os dejo con una galería de imágenes para que os hagáis una idea de cómo son los diferentes espacios de Teyoland y las cosas que más han llamado mi atención o me han gustado. Como aún no tienen catálogo, me he permitido la licencia de marcar los precios de alguna de las cosas que se ven, para que os hagáis una idea de lo que he comentado.
En Decoesfera | Un paseo por Teyoland, el nuevo espacio de decoración que abre mañana en Valencia
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