Situado a dos pasos del Retiro, en el número 6 de la calle Villalar, abre sus puertas uno de los espacios más coquetos y encantadores de todo Madrid. Estamos hablando de Il Tavolo Verde Organic Cafe & Antic Market.
Un espacio de aires neorurales tras el que se esconden Leo y Martina, y que además de ofrecer ricos cafés y comidas y unos dulces realmente deliciosos, venden también antigüedades y plantas. ¿Qué más se puede pedir? Interiorismo, decoración e imaginación a raudales, combinados con productos ricos y apetitosos de origen orgánico en pleno centro de Madrid.
En Il Tavolo Verde se nota que está todo hecho con mimo. Y su nombre es toda una declaración de intenciones. Il Tavolo Verde es La mesa verde en italiano, y para dejar bien claro a qué se dedican, lo acampañan de Organic Cafe y Antic Market, o lo que es lo mismo, café Orgánico y mercado de antigüedades.
El restaurante abre sus puertas en el local que ocupaba antiguamente un herrero, y tras una concienzuda reforma realizada con pasión y con sus propias manos por sus propietarios, el resultado es el que podéis ver. Un espacio confortable y lleno de encanto fruto de una cuidadosa rehabilitación que ha sacado lo mejor de la historia del local.
Ellos mismos picaron las paredes y descubrieron el ladrillo visto, que decidieron mantener con acierto para convertirlo en el envoltorio perfecto para el resto de elementos que conforman la decoración del local.
Nada más pasar la cristalera de la fachada de Il Tavolo Verde, te encuentras con unas mesas ideales para tomarse un café bien caliente con una rica tarta en los días de invierno que ahora se avecinan. Y por el local, entre las elegantes columnas de forja, mucho mueble restaurado para dar personalidad al lugar.
Respecto a la zona de antigüedades, tienen cosas bonitas y es mejor entrar con la cabeza bien fría para no empezar a llevarte cualquiera de los objetos que allí tienen a la venta, desde un espejo de mercurio a vajillas de porcelona, juguetes de madera o muebles que podrían estar recién sacados de la casa del pueblo de nuestras abuelas, por no hablar de piezas únicas como un chaise-longue francés del siglo XIX, una butaca Napoléon III.
Más información | Il Tavolo Verde
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