En la arquitectura, como en la vida en general, lograr introducir un orden, algo capaz de estructurar lo que le rodea, es tan complicado como deseable. En las viviendas hay algunos elementos que utilizados con tino son capaces de introducir ese orden, y uno de ellos es el patio como organizador del espacio.
Esta pequeña casa unifamiliar diseñada por Takuro Yamamoto en la ciudad japonesa de Kashiwa es un magnífico ejemplo de cómo una ubicación precisa del patio puede ordenar y jerarquizar toda la vivienda. No hacen falta grandes alardes técnicos, simplemente un gesto elegante es capaz de convertir un insulso paralelepípedo en un lugar agradable que habitar.
Los clientes habían solicitado al arquitecto una casa que resultara espaciosa y transmitiera la sensación de unidad familiar. Ese fue el principal motivo para que la vivienda girara en torno a un gran patio central, como ocurre por ejemplo en los cortijos andaluces.
Sin embargo, al colocar el patio en diagonal, no sólo ha conseguido dinamizar el conjunto, sino que permite dotar a cada estancia de la calidad espacial que necesita. Es cierto que las formas triangulares que genera no se pueden aprovechar tanto como un patio colocado de forma tradicional, pero a cambio no se pierde espacio en circulaciones y además las vistas son tangenciales entre estancias sin perder la sensación de unidad.
Vía | Minimalissimo Más información | Takuro Yamamoto En Decoesfera | Seis habitaciones en 40 metros cuadrados