En lo que a espacios para trabajar se refiere, estamos en una época en la que muchas veces las cosas no son lo que parecen. Por ejemplo, muchas peluquerías ya no parecen peluquerías o al menos no se corresponden con la imagen tradicional que la mayoría tenemos en mente de la mayoría de ellas.
Eso es precisamente lo que buscaban con el diseño del espacio del Grupo Macomaco que hoy os presentamos, una peluquería de Valencia que quiere ser diferente a las demás y empieza por diferenciarse a través de su ambiente y de la decoración.
Orden, luz y tranquilidad es lo que se respira en este espacio sin que llegue a ser tan cálido que provoque demasiada relajación, o que el trabajo y las ideas se adormezcan. Desde la entrada vemos que no se trata de una peluquería convencional, sino que está a la última en tendencias de decoración, como los locales más vanguardistas de hostelería.
Y es que no solo hay que crear ambientes agradables y acogedores en bares y restaurantes, también en otros establecimientos comerciales en los que quien más y quien menos pasa un montón de tiempo. Una peluquería es, además, un lugar en el que debe fluir la inspiración y la creatividad y en eso también tiene mucho que decir el entorno.
En la foto sobre estas líneas tenemos una vista general del espacio que rompe completamente con la distribución habitual de las peluquerías que mayoritariamente tienen los espejos en la pared y junto a ellos consolas y asientos para corte y peinado. Aquí ese trabajo se realiza en una mesa central en la que los espejos, si no se están usando quedan ocultos.
Un bloque central de almacenamiento por ambos lados de la estancia permite que todo quede perfectamente ordenado y guardado. Así el espacio resulta suficientemente agradable y cómodo visualmente, por la ausencia de elementos decorativos innecesarios, y especialmente estimulante para hacer florecer ganas de crear trabajos que destaquen del entorno que nos enmarca.
Obviamente la gran protagonista es la mesa, de la que antes hablábamos, que bien podría ser el eje de trabajo de un estudio de diseño, una superficie donde depositar lienzos, acuarelas y pinceles, una excusa para reunirse un equipo de arquitectos y descifrar los más enrevesados planos, el espacio donde un artista plástico depositase su obra durante el proceso de elaboración, y otros tantos usos...
Pero no, esta mesa está prevista para centrar a su alrededor, diálogo, conversación, tertulia y comunicación. Algo que perdemos demasiadas veces a lo largo del camino. Es el epicentro de la estancia alrededor del cuál todo gira. Sobre ella, pequeñas cajas de madera esconden en su interior uno de los elementos más importantes de éste espacio, el espejo. Uno de los detalles más sorprendentes, porque en la mayoría de peluquerías los espejos siempre están a la vista.
A mi la verdad es que me encanta ver que hay formas diferentes de hacer las cosas y como la decoración tiene mucho que decir en la personalidad que define un proyecto de empresa y en este caso creo que la decoración de esta peluquería, habla muy bien de ella.
Más información | Grupo Macomaco y Peñín Arquitectos
Fotos | Alex Barrajón
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