Estoy segura de que la que os voy a enseñar hoy es una de las oficinas más trendy que habéis visto en mucho tiempo. El headquarter de Stylight se encuentra en el corazón de Múnich y es mucho más que un simple espacio de trabajo. Se trata de un lugar perfecto para la organización de eventos y para reuniones y encuentros con prensa y bloggers.
La oficina se puede definir con estos tres adjetivos: es minimalista, es espaciosa y es muy luminosa. El tejado tiene una zona acristalada y eso permite que en el interior puedan disfrutar cada día de una gran claridad. Estas oficinas están pensadas para el trabajo del día a día, pero también para celebrar eventos de todo tipo, incluidos conciertos.
La firma se dedica al sector de la moda y eso se nota en el estilo de su decoración y en lo mucho que se cuidan los detalles. El blanco es el principal protagonista del espacio en general, aunque hay muebles y complementos que aportan al conjunto una nota de color.
Se busca obviamente el desarrollo de la creatividad y que la imaginación vuele libre en un espacio común en el que los trabajadores puedan compartir cómodamente sus ideas. Hay mesas compartidas y zonas de reunión más informales, como podemos ver en las fotos de este artículo.
En espacios abiertos como los que solemos ver hoy en día en las oficinas modernas y en estas en particular, es importante contar con separadores de ambientes que puedan proporcionar cierta intimidad, cuando se necesite en un momento dado.
Los separadores que han elegido en Stylight y que podéis ver en la imagen sobre estas líneas, parecen estar hechos con palés... o algo parecido, lo importante es que separan pero al mismo tiempo mantienen la comunicación, ya sé que parece una paradoja, pero yo creo que entendéis lo que quiero decir. Digamos que delimitan zonas pero permiten cierto contacto entre ellas y el paso de luz.
Uno de los mejores detalles de esta oficina sin duda es el columpio, si echáis un vistazo a las imágenes que ellos mismos muestran de su día a día en su web, veréis que todo el mundo se pasa por el columpio a relajarse un rato de vez en cuando.
La pena es no haber visto este detalle en forma de corazón hace unos días cuando se celebró San Valentín. Que estamos ya un poco cansados de corazones ñoños y romanticones, pero este tiene un toque industrial que lo hace ideal para recordar el amor de un modo nada empalagosos.
No hemos visto futbolín, ni sala de videojuegos, pero es obvio que en un ambiente tan agradable como este no hacen falta. Algo que diferencia a estas oficinas de otras muy bonitas que hemos visto, es que estas son mucho más femeninas y la fusión de la moda y la decoración se ponen en ellas de manifiesto.
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