Una vivienda luminosa es una acogedora y amable, una en la que nos apetece estar y a la que queremos invitar a amigos para pasar una tarde diferente, una a la que llamamos hogar. La orientación, disposición de las habitaciones y altura del piso marcan la luminosidad de nuestra casa, pero ¿qué está en nuestra mano hacer para darle más brillo y luz?
Los pequeños retoques son el vehículo para un cambio mayor: no es necesario tirar tabiques y cambiar puertas y ventanas para dar un extra de luz a nuestro piso. La firma sueca IKEA es una gran abanderada de esta idea, y cuenta en su catálogo con todo lo necesario para que potenciemos al máximo la luminosidad de una casa. Los accesorios adecuados y unos consejos sencillos como estos… et voilà!
Una paleta de colores clara y armoniosa
Si lo aplicamos al vestir, ¿por qué no al decorar? Los colores claros son más luminosos y nos transmiten sensación de armonía y calma. Apostar por estas tonalidades en el interiorismo de nuestro piso es apostar por la luz: si el blanco níveo te parece demasiado frío para la pintura, un blanco roto, un beige o un gris perla pueden ser los perfectos sustitutos.
Para dar más amplitud a cualquier estancia, pinta las paredes y el techo del mismo color, así conseguirás una sensación de continuidad que agrandará el espacio.
Para los muebles y la decoración, continúa con la paleta (siempre en tonos claros) escogida, introduciendo notas de color en los complementos: una butaca amarilla, una vitrina en verde pastel, un taburete rojo…
Los textiles, grandes aliados para cambiar sin (apenas) cambiar
En esa idea de cambiar el aspecto de una estancia a través de los accesorios, los textiles son clave. La funda de cojín HERVOR (10€), por ejemplo, es perfecta para dar continuidad a la gama cromática del sofá si hemos optado por uno blanco.
¿Queremos introducir la nota de color a través de este elemento? La funda HALLVI (10€) es justo lo que buscábamos. Estos dos modelos, además, han sido confeccionados a mano por Rangsutra, una iniciativa social india por la que se proporciona trabajo y sustento estable a mujeres artesanas.
Fundas nórdicas, alfombras y cortinas
Esa misma idea se traslada al dormitorio: ya que la cama será el elemento más voluminoso, las fundas nórdicas serán las que marcarán el aspecto de la estancia. Para un resultado luminoso, pero colorido, el modelo multicolor PIMPERNÖT (30€) es una buena opción. ¿En busca de ropa de cama de espíritu minimalista? La funda nórdica VIKTLÖVER (25€), de base blanca, a cuadros y con el reverso negro o azul, cumple los requisitos.
Junto a las paredes, el suelo define el aspecto de un hogar. Y no siempre está en nuestra mano cambiarlo (quizá porque vivimos de alquiler, quizá porque es una intervención de coste elevado). ¿Qué hacer cuando el suelo de casa no nos convence y oscurece el ambiente? Apoyarse en las alfombras para renovar su aspecto.
IKEA cuenta con un amplio surtido de alfombras de todos los tamaños y de formas diversas. Para estancias como el salón o el dormitorio, podemos optar por las de gran formato o, si queremos un extra de diversión, podemos crear un mosaico de alfombras en la gama cromática elegida para la estancia.
Ocurre igual con las cortinas: para potenciar la luz que entra en nuestro hogar, nada como elegir diseños que preserven nuestra intimidad sin bloquear los rayos solares, como el modelo HILJA (12€) de IKEA.
Sí rotundo a los materiales ligeros
A la hora de dar amplitud y luminosidad a un hogar, los materiales que elegimos también influyen. Aquellos que dejen pasar la luz, es decir, que sean menos opacos, nos ayudarán en nuestro objetivo. ¿Puede un mueble no ser opaco? Sí: un buen ejemplo es el sillón BUSKBO (129€) de IKEA, fabricado en ratán, o la silla VOXLÖV (79€), con un bonito enrejado de bambú en el asiento y el respaldo.
Este principio no solo se aplica a los muebles, sino también a los accesorios. El florero de vidrio PÅDRAG (1€) es una buena muestra: no es totalmente transparente, sino acanalado, lo que aporta textura al objeto y al ambiente. Además, deja pasar la luz y la refleja, es decir, la multiplica.
Iluminación para crear ambientes
No podemos hablar de luminosidad sin hablar de iluminación, que definirá el espíritu (más cálido, más frío, más neutro) de un hogar. No todas las estancias se iluminan del mismo modo, sino todo lo contrario: cada una requiere de un diseño ad hoc.
Pero, si hay una iluminación que no puede faltar en ninguna habitación, esa es la del techo. En la zona del comedor, pero también en el dormitorio o en la isla de la cocina, una lámpara que cuelgue ligeramente dará personalidad a la estancia, además de una luz cenital útil, bonita y acogedora.
Puestos a elegir, una pantalla como el modelo TRUBBNATE (10€), un clásico de IKEA reeditado, encaja a la perfección con un espacio diseñado en tonos claros y luminosos. Además, con su estilo retrofuturista, es una propuesta atemporal que siempre encajará en nuestro salón o dormitorio, aunque pasen los años y adecuemos la casa a nuestras nuevas necesidades.
El infalible recurso del espejo
Un recurso tan clásico como efectivo es el de emplear espejos para dotar a un espacio de luminosidad y amplitud. Al colocar uno en el lateral o frontal de un armario, una habitación cambia por completo, por ejemplo.
Esa misma idea la podemos llevar a la decoración, creando composiciones de espejos a modo de mural en una pared. O, por qué no, apostando por objetos de acabado metalizado, como un jarrón. El modelo FNITTRIG (12€), con efecto iridiscente, es una pieza luminosa y con mucha personalidad.
Recurrir al ingenio y a los sencillos, pero efectivos cambios y ajustes decorativos será la clave para potenciar la luminosidad de nuestra casa y aprovechar cada rayo de sol que atraviese las ventanas.