Cuando te saturas, un impulso te lleva a poner tu casa en orden: zafarrancho de limpieza, de colocar cada cosa en su lugar y de dejarlo todo como si fuese a venir un equipo de inspectores de la policía de la decoración y el feng shui. ¿Te suena esta escena?
No es casual que, en momentos de saturación, algo en nuestro interior nos lleve a hacer este ejercicio: el orden en casa se traduce en paz en nuestra mente y nuestra vida. Las razones son variadas. Por un lado, en un momento y contexto social de incertidumbre, nuestro hogar es una de las pocas parcelas en las que, a buen seguro, podemos mantener el control.
Además, ahora más que nunca necesitamos encontrarnos en espacios que nos transmitan calma, sosiego y paz mental. Y un entorno ordenado visualmente se traduce en esa sensación. A todo eso debemos añadir que una casa en orden facilita la convivencia y reduce los conflictos, tanto si vivimos en pareja como con nuestra prole.
Ahora bien, ¿cómo contribuir a esa calma en el hogar y beneficiarnos de todas esas consecuencias? IKEA nos lo pone fácil: ayudarnos a mantener el orden en casa es uno de sus propósitos (¡incluso una de las secciones de sus tiendas se llama así!), y nos ofrece mil y una soluciones sencillas de poner en práctica para las diversas estancias. ¡Allá vamos!
Orden en la cocina: una alimentación más cuidada y más ahorro
El bienestar que genera el orden en casa es algo expansivo: se extiende a nuestra alimentación, nuestras relaciones familiares e incluso al planeta. Y mucho de eso comienza en la cocina, estancia que se convierte tantas veces en el epicentro del hogar.
Una cocina ordenada nos ayudará a comer mejor. Pero tenemos que ponérnoslo fácil para no caer en las excusas, la comida preparada o los clásicos “mejor pido algo y que me lo traigan”. Con una encimera despejada, vencer a la pereza será más sencillo. Y, para eso, nada como las soluciones de almacenaje de IKEA: la serie UPPDATERA nos ayudará a mantener los cajones en orden, con un lugar para cada plato y cubierto y cada cubierto y plato en su lugar.
¿Crees que te has quedado sin espacio de almacenaje? Un truco es utilizar el estante adicional VARIERA, que duplica en cuestión de segundos la capacidad de cualquier armario o balda. Y conviene no olvidar las paredes, que pueden funcionar como zona de almacenaje abierto gracias a las rejillas KUNGSFORS, muy útiles para colgar trapos, para generar una estantería extra para las especias o para guardar utensilios de uso continuo.
En cocinas grandes, una isla sería el módulo ideal para añadir un extra de almacenaje, pero un carrito puede ser su sustituto en cocinas más pequeñas. Los modelos NISSAFORS y RASKOG son dos opciones muy útiles: gracias a sus ruedas, pueden adaptarse a nuestras necesidades y guardarse en un rincón cuando no los empleemos.
Lo que tengamos a la vista y ordenado lo utilizaremos más. Y, si lo empleamos más, reduciremos el desperdicio (algo bueno para el planeta y para nuestro bolsillo). En este sentido, los botes transparentes de IKEA, disponibles en distintos tamaños, son un recurso a tener en cuenta. ¿Tip extra? Etiquetarlos para tener claro qué hay en cada uno de ellos e inspirarnos al cocinar.
Dormitorio ordenado, remanso de paz
No es el lugar de la casa en el que más tiempo pasamos, y precisamente por eso tendemos a descuidarlo. Pero el dormitorio es el lugar en el que descansamos, y por ese motivo conviene prestarle atención: si está ordenado y nos transmite calma, esas sensaciones se trasladarán también a nuestro sueño. ¿Acaso hay algo más placentero que abrir los ojos y ver una habitación luminosa, que transmita paz y orden?
Para evitar caer en el clásico silla-perchero, existen múltiples soluciones de almacenaje, todas disponibles en IKEA: un pantalonero extraíble para multiplicar el espacio dedicado a estas prendas en nuestro armario; bolsas y cajas de tela de distintos tamaños para guardar la ropa entre temporadas; cajas de zapatos para dar un aspecto uniforme y minimalista a nuestro zapatero…
Otra opción, igual que en la cocina, puede ser apostar por el almacenaje abierto, a la vista, una solución económica que aportará un aspecto industrial al dormitorio. Los burros y barras para la ropa serán nuestros grandes aliados en esta tarea, igual que el estante zapatero GREJIG, que es plegable y se puede colocar en cualquier estantería.
¡Ah! Y no olvides el bajo de la cama: las estructuras con cajones como MALM son perfectas para maximizar este espacio. Si lo tuyo es el minimalismo en su máxima expresión, el cajón de cama FREDVANG funciona también como mesilla de noche: por la mañana, lo recoges bajo la cama y tendrás un dormitorio despejado y más amplio.
Un baño en orden o cómo empezar bien el día
Sean cuales sean nuestras rutinas, el día empieza en el baño. Ducha, maquillaje, rutina de cuidado facial, peinar a los niños… Si nuestro baño está en orden, con todo lo que necesitamos fácil de coger y de recoger, nos aseguraremos de que la jornada comience con buen pie.
La minicómoda GODMORGON puede ser perfecta para almacenar tus joyitas o artículos de maquillaje, si eres de quienes tiene en el baño su tocador. Los ganchos de pared TISKEN son útiles para las toallas y esponjas, y además podemos colocarlos a la altura de los niños para que ganen en independencia y autosuficiencia.
La serie de bambú RAGRUND es lo que necesitamos si queremos añadir un extra de espacio en forma de estantería o banco toallero. Y, de nuevo, un carrito será un buen aliado para tener a mano aquello que necesitamos en este momento de inicio del día. Después, en dos segundos volverá a su rincón y dejará el baño en orden.
Rutina de orden... para que no te pueda la rutina
Si tu hogar, además, se ha convertido en tu oficina, el orden será fundamental para separar física y mentalmente los espacios de trabajo y de vida personal.
No hacen falta muchos elementos para un despacho (aunque esté en mitad de tu salón) bajo control: una cajonera con ruedas como LENNART se convertirá en tu fiel escudera, y la minicómoda MOPPE, el organizador de escritorio TJENA o la bandeja KLÄMMEMACKA te ayudarán a tener la mesa despejada... y a trasladar esa sensación a tu mente. ¡Eso también es wellbeing!