Siempre he tenido la convicción de que los buenos diseños son atemporales, tienen algo bello que los hace inmunes al paso del tiempo y los vaivenes de las tendencias.
Normalmente son difíciles de conseguir, su producción se detuvo algún día y sólo se encuentran en tiendas de segunda mano o relicarios, probablemente deteriorados o a precios prohibitivos. Pero lo retro está de moda y eso tiene una ventaja, muchas empresas están recuperando grandes diseños de los años 50, 60 y 70, permitiéndonos disfrutar de ellos en nuestras casas sin dejarnos un riñón en el intento.
Ese es el caso de la silla Polo, de Robin Day, diseñada en 1972 y rescatada del olvido en el año 2000 por Loft International. Un producto perfecto para sentirse bien sentándose retro ¿O era al revés?
Se trata de una silla ligera fabricada en polipropileno y acero, lo que la hace ideal tanto para interiores como para exteriores. Fue descrita en su día como estéticamente satisfactoria, ergonómicamente correcta y muy resistente al uso.
Personalmente, es un diseño que me encanta, es llamativa sin ser pretenciosa y ligera sin parecer frágil. Su belleza reside en unas formas sencillas con reminiscencias orgánicas, las curvas de las patas y los agujeros del respaldo, combinado con los colores brillantes, la hacen parecer una mariquita correteando por el jardín o el salón.
Además de la silla, también hay disponibles una butaca, un taburete, una silla de oficina y un sofá, ideados también por el británico Robin Day, que harán las delicias de los amantes del buen diseño industrial.
Su precio es, además, otra de sus virtudes, pues se puede adquirir desde unos 70 euros al cambio en doce colores, todos ellos de lo más discretos.
Vía | Retro to Go Más información | Loft International En Decoesfera | Casas que inspiran: vivir en los 60
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