La última vez que visitamos esta bonita ciudad israelí, virtualmente hablando, fue para conocer la preciosa reforma de un edificio antiguo, pero hoy lo que nos trae aquí es el auténtico minimalismo de un ático en Tel Aviv.
Porque el minimalismo de verdad no es la ausencia de muebles, o la predominancia del blanco, sino la atención desmedida a cada detalle para que el conjunto resulte de la mayor pureza posible desde el punto de vista geométrico, casi como un ejercicio de abstracción.
Así, la belleza de esta casa diseñada por el estudio de arquitectura Pitsou Kedem, reside en que cada imagen que la retrata podría dibujarse con un número muy reducido de líneas, ya que está formada por planos y prismas perfectos.
Probablemente, la estancia que mejor represente el delicado minimalismo de este proyecto sea el vestidor, un ancho pasillo que comunica el dormitorio con el baño. A un lado, un gran ventanal lo inunda de luz difusa gracias a un plano de cortinas; al otro, un armario sin tiradores se encarga de formar el plano opuesto.
Como nota de "color", un banco corrido lacado en negro brillante parece levitar sobre el suelo de madera, mientras que como fondo de perspectiva tenemos las vistas de la ciudad que se intuyen tras el jacuzzi más prismático que han visto mis ojos.
Sin embargo, cualquier espacio de la casa vale como ejemplo. Sin ir más lejos, la cocina, que suele ser un gran quebradero de cabeza para los más acérrimos defensores del minimalismo, es un magnífico ejercicio geométrico.
Al fondo, encontramos otro armario de lado a lado, donde intuimos se esconderá la nevera y otros electrodomésticos, así como zonas de almacenaje y también parte del sistema de ventilación.
Frente a este plano, una gran barra de acero inoxidable que parece flotar sobre el mueble que se apoya, algo a lo que también ayuda el enorme voladizo que aparece en uno de los extremos. Lo único que desluce un poco la escena es la ventana situada a la izquierda, que sirve para dotar de luz natural a la alacena.
Para acabar, la zona de la escalera, una ligera estructura de acero blanco y formas sencillas que se posa delicadamente en el suelo. La barandilla de vidrio no es santo de mi devoción, porque dada la poca altura me parece hasta prescindible.
También encontramos los grandes armarios que parecen recorrer toda la casa, solo que en esta ocasión con un detalle interesante en forma de pequeña rasgadura, perfecta para colocar unos libros como dejados caer o para cosas más prácticas como dejar el móvil, las llaves y la cartera al llegar a este ático que es un ejemplo de auténtico minimalismo en Tel Aviv.
Vía | Minimalissimo Más información | Pistou Kedem En Decoesfera | Unificando espacios gracias al buen uso de la madera