Tenemos que reconocer que, por regla general, los lofts no suelen gustarnos demasiado. Quizás por ser espacios exageradamente amplios y siempre tendiendo a una decoración bastante industrial y fría. Nosotros somos más de pequeñas y acogedoras habitaciones, aunque siempre estamos abiertos a nuevas ideas.
En el caso de este acogedor y amplio loft en Barcelona, a pesar de los techos tan altos y los grandes espacios, se ha conseguido dar algo más de ese toque cálido que tanto nos gusta, debido sobretodo a la decoración escogida.
Y es que distribuir, amueblar y decorar una nave totalmente diáfana de 170 metros cuadrados no es tarea fácil. En este caso, como podemos ver, se ha cedido la mayor parte del espacio central al salón-comedor-despacho, de forma que tanto cocina como dormitorios quedan en los extremos de la estancia.
Llaman la atención, sin duda, los grandes ventanales y su consiguiente entrada de luz natural, que ayuda de forma notable a generar esa sensación de calidez que siempre vamos buscando. Quizás el otro elemento que más llame la atención sean las finas columnas que pueblan toda la estancia, arropando también a la estancia y dotandola de algo más de dinamismo.
En cuanto a la decoración, como comentábamos, nos ha parecido todo un acierto, ya que en vez de recurrir a la decoración industrial tan usada en este tipo de lofts, se ha optado por una mezcla entre moderno y clásico, muy de estilo neoyorquino. Mucha madera combinada con paredes blancas, alguna alfombra y lámparas de pie con pantalla de tela.
El dormitorio principal está separado del salón tan solo por un gran armario blanco, de forma que comparten el espacio y la luminosidad, aunque visualmente se logra una separación e independencia perfecta. Eso sí, si hay reunión de amigos habrá que olvidarse de irse a dormir el primero.
Quizás peca de una excesiva sencillez en la decoración y el mobiliario, pero ya se sabe, hay tantos gustos como colores. Eso sí, nos ha encantado la elección de ese color terroso para la pared de la cama, queda genial.
La cocina sigue el mismo patrón decorativo que el resto de la casa: paredes blancas, techo alto y una decoración muy muy sencilla. Mención aparte para el conjunto de sillas metálicas de terraza de bar y mesa de madera con sobre de mármol. Dan ganas de pedirse un vermut y todo.
Como comentábamos al principio, no somos muy amigos de este tipo de viviendas, pero reconocemos que han resuelto muy bien los problemas decorativos que suelen presentar. También hay que reconocer que este tipo de estancias suelen ganar bastantes puntos cuando se ven en persona.
Vía | Trendland
En Decoesfera | Puertas abiertas: un loft auténtico en Barcelona
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