Situado entre dos parcelas, este jardín largo y estrecho parecía condenado al olvido. Las vallas desiguales, el suelo sin definir y el aspecto abandonado lo hacían poco atractivo y nada funcional. Pero sus nuevos dueños supieron ver en él la oportunidad para crear un auténtico refugio urbano al aire libre diseñando varios ambientes.
Las claves para renovar este jardín
Para realizar esta transformación se ha apostado por una valla con base de madera oscura que unifica visualmente todo el lateral, mientras que el suelo se ha rediseñado combinando tramos de césped con zonas de piedra, generando ritmo, textura y frescura. Tal y como explica su propietario, "tras cuatro meses de arduo trabajo, tenemos un hermoso y elegante jardín".
El espacio ahora se organiza en tres ambientes que invitan a disfrutar al máximo del exterior: una zona de comedor junto a la casa, un área intermedia como zona de estar con pérgola y sofá para relajarse, y un rincón verde al fondo que actúa como remate vegetal.
La armonía de los materiales y colores combinando madera, tonos tierra y verde natural, crea una sensación de continuidad a pesar de la forma estrecha. Cada rincón tiene su función, pero todos se conectan entre sí. Es un ejemplo perfecto de cómo dividir bien un espacio largo puede multiplicar su utilidad sin sobrecargarlo.
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